La tragedia de UNE

Francisco Luis Valderrama A. 

Se apresta el alcalde de Medellín a vender lo que queda de UNE.

Es cierto que Millicom es un pésimo socio. Lo fue siempre y así se advirtió en el Concejo Municipal en el 2013 cuando se aprobó la fusión UNE MILLICOM. Llama la atención la desvergüenza de la franja política que ahora considera conveniente lo que hace dos años negaba con vehemencia.

Hipócritas Vender en el 2013 fue una burla a la ciudadanía por la cual tendrían que responder Aníbal Gaviria, Juan Esteban Calle y los once concejales que entonces aprobaron la mal disimulada privatización de UNE.

Por supuesto cabe igual responsabilidad a partidos políticos, grupos económicos y elites empresariales que entonces aplaudieron semejante atropello al patrimonio público. Vender hace dos años, como lo quiso hacer el señor Quintero, era también un despropósito. Y hacerlo ahora es igualmente una deplorable decisión que debería merecer sanción social y repudio ciudadano. Cinismo en todo su esplendor.

Los ingresos producto de la venta eran despilfarro si los recibía la administración anterior, pero bendición si los recibe la actual, cuando es claro que el propósito era y es el mismo: pavimentar aspiraciones políticas futuras. Esta fauna política nuestra asimila los procesos electorales a patente de corso para disponer del patrimonio público. Lo que le inquieta no es el uso que se haga de los bienes colectivos sino quien se beneficia de su utilización.

Se pregunta uno cuál es la coherencia de quienes dicen defender la propiedad pública de EPM y su papel como dinamizadora de procesos incluyentes, pero renuncian a una formidable herramienta de equidad social, conectividad y competitividad para la región, como los servicios de telecomunicaciones. Si de rentabilidad de trata, si de minimizar riesgos se trata, ¿qué hace EPM en otros países? o, para no ir muy lejos, ¿qué hace con un embuchado como AFINIA?

Simplemente como un ejercicio de transparencia, es importante que la comunidad conozca algunas actuaciones del señor Luis Guillermo Vélez, uno de los ponentes del proyecto de acuerdo. En 1997 el señor Vélez, entonces funcionario de EPM, hizo parte de un grupo interno, conformado por personas competentes y brillantes pero reactivas a la participación estatal en los servicios públicos domiciliarios, posición respetable desde luego. Ese grupo recomendó la privatización parcial de EPM y la enajenación total de su negocio de telecomunicaciones, por fortuna negadas por el Concejo municipal de entonces.

Los ingenieros Sergio Restrepo y Leon Darío Osorio, invitados al actual debate para enajenar UNE, hicieron parte del grupo mencionado.

Al anunciar ponencia positiva para vender UNE tiene en sus manos el señor Vélez la oportunidad de redondear su despreciable faena. No se puede esperar nada diferente de un personaje que lleva tantos años tratando de hacer realidad el sueño de élites paisas de apropiarse de EPM.

Fue el señor Vélez quien sirvió de mandadero ante el congreso para el embeleco de ampliar el objeto social de la institución para todo tipo de actividades. No se discute la idoneidad profesional ni la calidad personal de invitados como los doctores Osorio y Restrepo para soportar la conveniencia de la decisión de enajenación, pero es importante que la ciudadanía conozca el contexto de sus posiciones frente al tema.

No se puede predicar lo mismo de otros invitados. ¿Cabe esperar honestidad intelectual de un personaje de ingrata recordación como el señor Marc Eichmann, mandadero del alcalde Aníbal Gaviria y de Juan Esteban Calle para vender UNE en 2013? El señor Eichmann vino, ayudó al descalabro de la fusión UNE MILLICOM y se fue.

Si le queda algo de conciencia, debería abstenerse de intervenir en el debate. Es un asunto de elemental asepsia. Otro de los invitados por el Concejo Municipal es el señor Carlos Enrique Moreno Mejía, ex gerente de EPM. ¿Qué puede esperar una entidad pública de un defensor a ultranza de la privatización de los servicios públicos? ¡¡Duele en el alma lo que van a hacer con UNE!!