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La pandemia por el Covid-19 puso en jaque al mundo entero. Y Colombia no fue ajena. Sin embargo, Medellín, como una de las ciudades más importantes, se encargó en cabeza de la secretaria de Salud, Andree Uribe Montoya , en demostrar que la resiliencia, disciplina, responsabilidad y, sobre todo, conocimiento, iban a ser las claves para convertir a la capital paisa en un ejemplo a nivel nacional e internacional en el manejo del Covid-19.
Desde que se iniciaron los primeros brotes en Latinoamérica, la Alcaldía de Medellín hizo una alerta temprana para prevenir que el virus tuviese un impacto aún más complejo del que se ha vivido.
La Secretaría de Salud realizó un trabajo articulado para fortalecer la red pública y privada hospitalaria, además de equipar la infraestructura y dejar capacidad instalada con el fin de cuidar la vida de sus ciudadanos.
En un país donde la salud muchas veces ha pasado a un segundo plano, la pandemia obligó a todos a volcar la mirada y hacer los esfuerzos posibles para que la tasa de mortalidad no aumentara.
Andree Uribe entendió que estas circunstancias debían ser la motivación para promover el autocuidado y los estilos de vida saludable en la cotidianidad de los medellinenses. Sería una necesidad para la Administración Municipal.
El reto no era solo la salud física, sino también la mental. Las circunstancias que han rodeado esta crisis mundial en donde la cuarentena se ha convertido en la mejor herramienta de lucha para obstaculizar la expansión del Covid-19, puso al frente otras afectaciones en la población. En este sentido la Secretaría de Salud adoptó aún con más fuerza en el programa de Gobierno y del Plan de Desarrollo el cuidado de la salud mental.
Desde el mes enero, con los primeros reportes acerca del avance de la epidemia en China, la Secretaría de Salud de Medellín activó la fase de prevención de su plan de contingencia para las Infecciones Respiratorias Agudas IRA, intensificando acciones de educación en IPS, EPS y comunidad general sobre medidas de autocuidado como la higiene de manos, la etiqueta de la tos, uso de mascarilla en sintomáticos respiratorios y seguimiento a esquemas de vacunación.
Adicionalmente se gestionó el fortalecimiento de las salas ERA, especialmente en la red pública de atención y se estableció el plan de medios para difundir las recomendaciones de autocuidado y las alertas que iban surgiendo respecto al nuevo coronavirus. En cuanto a la vigilancia epidemiológica, desde el 27 de enero, se instauró la mesa técnica de coronavirus, liderada por la Secretaría de Salud y en la cual participaron aseguradores, prestadores, academia y empresas.
El liderazgo de la secretaria de Salud Andree Uribe Montoya se ha destacado por la gestión y eficacia a la hora de activar las rutas necesarias en el sistema que busca proteger a la comunidad. Se activó el Centro Operativo de la Emergencia COE, el puesto de mando unificado PMU para optimizar la gestión de la red de servicios, en el marco del Sistema de Emergencias Médicas Municipal SEM, y la puesta en marcha del plan mil para ampliar en 1000 camas de cuidados intensivos, la capacidad instalada en la red hospitalaria de la ciudad, la gestión para adquirir en comodato, la administración de la antigua clínica Saludcoop de la 80, el 27 de marzo, con las posteriores adecuaciones en infraestructura y dotación, como parte del plan de expansión de capacidad instalada para la ciudad.
En todos estos aspectos Andree Uribe fue clave y definitiva.
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