16 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La Muerte de Ayman al-Zawahiri no es el fin de Al Qaeda

Rafael Bravo

Por Rafael Ignacio Bravo 

‘’And as al-Zawahri’s presence in Kabul suggests, Al Qaeda and its leaders feel confident moving around Afghanistan, now that the Taliban are back in control of the country’’ 

‘’Y como la presencia de al-Zawahiri lo sugiere, Al Qaeda y sus líderes se sienten confiados moviéndose en Afganistán, ahora que los Talibanes están de regreso con el control del país.’’ 

¿Cómo olvidar el impacto de los aviones contra las Torres Gemelas? ¿Los más de 3 mil muertos que dejó el atentado además de los daños sicológicos a tantas familias? ¿La destrucción masiva al corazón del capitalismo? Ayman al Zawahiri lugarteniente del Osama Bin Laden recibió su merecido. Se dice que la venganza es amarga porque siempre llega tarde. Los norteamericanos tuvieron como mantra ‘’ nunca olvidaremos’’ en alusión al peor acto terrorista de la historia que sigue dejando huellas en una sociedad que se niega a perdonar. Septiembre 11 dejó una herencia muy costosa: volvió a los Estados Unidos un estado paranoico con la seguridad, un aparato de inteligencia gigantesco, una guerra desastrosa en Irak y una derrota monumental en Afganistán. 

Encontrar a al- Zawahiri fue una tarea de muchos años y darlo de baja un logro táctico como de película: un misil con 6 aspas y sin una cabeza explosiva que se abre con el impacto del objetivo. Ningún miembro de su familia resultó herido. Las frecuentes salidas a un balcón de la casa donde se alojaba dieron las pistas para llevar a cabo la operación. El presidente Biden lo expresó de manera contundente: ‘’ No importa cuánto tome, no importa donde se esconda. Si usted es una amenaza a nuestra gente, los Estados Unidos lo encontrará y lo dará de baja’’. 

La salida de circulación de al Zawahiri no es el fin de Al-Qaeda. Todo lo contrario. Esa agrupación se viene expandiendo con más combatientes en algunas regiones de África, pero sin la fuerza para causar daños a Occidente. Estas facciones se están aprovechando de gobiernos en crisis como Somalia y Yemen donde cuentan con la complicidad de simpatizantes que coinciden con sus ideales. Isis si bien diezmado, es otro monstruo de muchas cabezas que ha mutado a una guerra de guerrillas con impacto en Siria. 

La presencia de al-Zawahiri en Afganistán es la demostración de un estado regido por el régimen Talibán que viola los acuerdos según los cuales no habría cabida a terroristas en su territorio. Una ingenuidad pensar que la dirigencia no sabía de su asiento en un barrio de Kabul. ¿El gobierno norteamericano con razón preguntó si Afganistán está siendo un refugio seguro a personajes buscados por la CIA que como al Zawahiri y otros miembros de Isis son activos promotores de actos terroristas? 

Muerto el líder aparecerán nuevas cabezas en la línea de mando que muy seguramente seguirán su camino destructor. El odio a Occidente y en particular a Estados Unidos, el invasor y promotor de la democracia en unos regímenes teocráticos, será la guía espiritual que anima al enemigo. 

Quizás lo único positivo de la abrupta salida de las tropas norteamericanas de Afganistán es que se reconoce la realidad de que el triunfo no fue posible y que el costo medido en vidas y dinero son cosa del pasado. El espejo retrovisor de lo ocurrido tanto allí como en Irak debiera ser algo para reflexionar.