25 septiembre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La incertidumbre sigue afectando la inversión

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Javier hoyos

@petrogustavo

Por Javier Hoyos Arboleda 

Organismos internacionales estiman que el crecimiento económico mundial para el 2024 será similar al registrado en el 2023, el cual es un ritmo de expansión bajo y es menor al registrado en la última década. Coinciden en que la inflación presenta algunos riesgos y que su ritmo de caída ha sido menor, lo que ha llevado a los bancos centrales a ser cautelosos en no acelerar la reducción en las tasas de interés.

Los precios de los productos básicos de exportación estuvieron un poco mejor en el segundo trimestre frente al primero. La tasa de intervención del Banco de la República sigue reduciéndose, se ubica en 10,75%. La inflación sigue con tendencia a la baja.

El Banco de la República ha comprado US$824 millones durante el primer semestre. La cartera del sector financiero se ha deteriorado, lo que ha llevado a incrementar las provisiones, y en términos generales, sus utilidades están siendo inferiores a las registradas el año pasado. 

La tasa de cambio promedio del primer semestre 2024 fue de $3.924,42 vs $4.592,50 en igual periodo del 2023, con una revaluación del 15%. La industria lleva quince meses continuos de caída en la producción, y las ventas de vivienda siguen de capa caída. Mejoró el déficit de la balanza comercial y es preocupante la situación fiscal del país.

El Producto Interno Bruto registró un crecimiento del 2,1% en el segundo trimestre. El consumo final aumentó 1,6% (el del gobierno aumentó 2% y el de los hogares 1,5%); la inversión subió 1,7%; las exportaciones, 4,8%; y las importaciones, 2,2%.

El consumo se ha visto afectado por la reforma tributaria que impactó fuertemente algunos salarios, y como se recordará, se establecieron nuevos impuestos a algunos productos, como las bebidas azucaradas y ultra procesados, que elevan su precio.

El valor de la cosecha cafetera y de las remesas tampoco han contribuido a un mayor consumo por la revaluación. La inversión sigue débil y no cabe duda de que la animadversión del gobierno hacia el sector privado y la incertidumbre que generan sus anuncios tienen que ver con este comportamiento. 

Llama la atención el dato del DANE sobre el crecimiento del 4,8% en las exportaciones en términos reales, ya que, si las calculamos en pesos corrientes las exportaciones suministradas por el Dane, éstas registran una disminución del 8,2% entre el segundo trimestre del 2024 y el 2023.

El comportamiento de los sectores económicos más importantes fue el siguiente: el sector agropecuario creció 10,2%; la construcción creció 2,4%;  el sector financiero, 1,4%; y el comercio en general apenas 0,2%. El sector minero cayó 3,3%; y la industria manufacturera, -1,6%.  

Teniendo en cuenta que el crecimiento del primer trimestre fue del 0,8%, el consolidado del semestre fue un crecimiento del PIB del 1,5%, cifra similar a la que tienen los principales analistas para el año completo.

Todo parece indicar que se diluye la posibilidad de una Constituyente y también del mecanismo del fast track, como el utilizado en el proceso de paz del presidente Santos. Más bien se utilizaría el mensaje de urgencia para tramitar leyes, de acuerdo a lo establecido hoy en la Constitución. No generan un buen ambiente para la inversión los recientes anuncios hechos por el gobierno para la reactivación económica, tales como los mecanismos de inversión forzosa, una nueva reforma tributaria y la reforma laboral en trámite, que en nada contribuye a la creación de más empleo.

Nuevos impuestos por $12 billones, cuando se anuncian incentivos o reducción de tarifas de renta para algunos sectores, significa que serían necesarios recursos superiores a esa cifra.

No sobra recordar que ya se hizo un aumento impositivo exagerado a las personas naturales en la pasada reforma tributaria. A todo esto, se suma el aumento en la inseguridad y el poco avance en la denominada paz total. (Vea el boletín).