24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La goleada de Reynaldo Rueda en el caso de James Rodríguez

Por Jairo León García Uribe 

“Está muy claro. Previo al comunicado de la Federación, me reuní con James vía telefónica por los resultados de los exámenes y el intercambio de información de los médicos de Everton y la Selección, por eso la decisión que debemos cuidarlo”.  

Muy profesional y seria la explicación del técnico de la Selección Colombia, Reynaldo Rueda, para despejar toda clase de especulaciones sobre su decisión de prescindir del ídolo James Rodríguez para los dos próximos partidos de las Eliminatorias del Mundial de Fútbol y de pronto de la Copa América. 

Pero es obvio que, en el trasfondo de esta determinación, hay una serie de consideraciones que el periodismo no puede dejar por fuera, porque surgen de hechos reales sobre los cuales nadie hubiera entendido que un técnico de la talla y experiencia como Reynaldo Rueda hubiera pasado por encima, para desencanto de los colombianos y aún de los seguidores del alma de James Rodríguez. 

Es cierto que James se ganó el liderazgo y el respeto en la Selección con su extraordinaria calidad. Pero también es cierto que ese liderazgo y ese respeto se deben mantener con exigencia y disciplina en el trabajo y presencia permanente en las canchas. James apenas jugó 10 partidos completos de 39 con el Everton.  

Jorge Valdano decía que Cristiano Ronaldo se cuidaba como una monjita y se entrenaba como un animal. Y lo mismo dicen de la estrella del Liverpool Mohamed Salah Ghaly, quien en las elecciones de su país saca más votos que un presidente, aunque no figure en el tarjetón de los candidatos… 

Con estos dos ejemplos, de entrada, sabemos cuán lejos está nuestro ídolo James de llegar a esos niveles de respeto que se deben mantener después haberlos ganado… 

Un Cristiano Ronaldo o un Salah no se dejan sacar del Real Madrid o del Bayern Munich. Cristiano se fue del Real cuando quiso y dejó a todos los seguidores del blanco con una lágrima en el ojo. 

Un Cristiano Ronaldo o un Salah no dejan tirados a sus equipos, como James al Everton, una fecha antes de terminar un torneo, y menos si su técnico Carlos Ancelotti dice que Rodríguez es tan ídolo que hasta en la banca es importante para sus compañeros. Como Falcao en la Selección. 

Un Cristiano Ronaldo no se viene en su avión privado, reparte la foto en las redes sociales tirado en la cama de su lujosa aeronave y se reporta por teléfono dos días después a la concentración de su Selección. Y menos con el precedente de aquellas dos goleadas en las fechas iniciales de las Eliminatorias. Esto demuestra también que Reynaldo Rueda debe conocer muy bien qué pasó en los entretelones de esas dos goleadas ante Uruguay y Ecuador.  

Como capitán indiscutible e ídolo añorado por los colombianos, James debió llegar a Barranquilla el día que arribó a Colombia, para decirles al técnico y a sus compañeros: “Aquí estoy, vamos p’adelante”.  

Ahora venimos a caer en cuenta que Zinedine Zidane tenía toda la razón… No necesitó el técnico francés de ruedas de prensa, ni de polémicas en los medios para demostrar por qué James no estaba ni siquiera al nivel del tercer equipo de la Casa Blanca. El tiempo le daría toda la razón. 

Golpe de mando se apuntó el técnico Reynaldo Rueda en la Selección, y ejemplo de autoridad en la coyuntura de la peor crisis social e institucional que vive el país, precisamente por falta de quien asuma con mano recia las riendas de la nación. 

Ejemplo excepcional de Reynaldo porque dijo: “Aquí mando yo”. Fortalece el mando en la Selección. Hay timonel. Ya le ganamos el primer partido a la soberbia que enceguece a nuestros ídolos.  

Y a todos los seleccionados les envió el mensaje de que la disciplina y la humildad deben estar por encima de banales comodidades para conseguir y mantener la línea del éxito hacia el triunfo, como nos lo acaba de demostrar el gran ídolo, este sí, Egan Bernal (foto), campeón del Tour de Francia y del Giro de Italia, quien, en ese inmenso océano de sencillez, jamás hubiera “volado tan alto” como James. Le hubiera dado pena con millones de colombianos pobres, de donde él salió con humildad y sacrificio al igual que el mismo James (foto)

En resumidas cuentas, Reynaldo Rueda comenzó con goleada.