
Por Elizabeth Mora-Mass
Nueva York. Los analistas están divididos. Unos dicen que es una maravilla. Otros que es una forma de gastar 65.000 dólares por alumno sin necesidad de tener que garantizar el aprendizaje, en dos horas diarias en clases dictadas por AI (Inteligencia Artificial).
Mientras tanto, el billonario Bill Ackerman promociona dicha escuela en todos los canales económicos y políticos de la nación, mencionando que Alpha “es el futuro de la educación”, aunque no la menciona todavía en sus plataformas personales.
Pese a ello, los especialistas económicos califican a Ackerman como “el embajador de facto” de la escuela Alpha. Ackerman es un billonario, gerente de Hedge Fund, quien opina sobre todo y de todo.
Sus comentarios van desde la Guerra de gaza hasta la calificación y comentarios sobre los mejores restaurantes y los platos más suculentos. Se atreve hasta decir qué ingredientes cambiaría para que el plato quede con mejor sabor.
Su fondo maneja veinte mil millones de dólares en inversiones que van desde la AI hasta Chipotle. Su ídolo es Warren Buffett, el legendario inversionista y, últimamente hizo las paces con Donald Trump, quien de paso lo forzó a sentarse al lado de sus rivales.
De acuerdo con los canales económicos, en la escuela Alpha todo es diferente.
Los profesores no son maestros, como en todas partes, sino “guías”y el software de AI enseña todo lo necesario para que los niños aprendan en sólo dos horas de clase. El resto es para explorar. Las dos horas de clase son por la mañana. En el resto del día se hacen otras actividades que van desde el ejercicio hasta el trabajo en equipo y buscar hobbies que ayuden en el pensum académico y formen la personalidad.
La escuela Alpha garantiza que los estudiantes aprenderán en dos horas el doble de lo aprenden los alumnos de las escuelas tradicionales.
Según los medios estadounidenses, “los guías” de Alpha no son los típicos profesores con doctorados y especializaciones académicas, sino que trabajan en labores muy variadas como expertos de computación, creadores de juegos en línea y similares.
Los analistas aseguran que lo único que la escuela no permite es meterse en asuntos sociales que agobian a la sociedad y los cuales son la causa de la división en las universidades de Estados Unidos y las escuelas superiores de toda la nación. “No permitimos que eso (las contradicciones sociales afecten las clases) nos quedamos por fuera de tal discusión”.
Explicaba Mackenzie Price, co-fundador de la escuela en uno de los programas económicos de Fox.
Alpha tiene escuelas en Texas, Florida, Arizona, Carolina del Norte y California. A partir de esta semana también tiene sede en Manhattan.
Los padres de familia pagan entre 40.000 a 65.000 dólares por año escolar. Eso cobran las escuelas privadas de Nueva York.
Más historias
El Distrito 21 en pie de guerra: La comunidad vs. los prostíbulos
9 ciudades con el mejor transporte Metro, desde Medellín hasta Estocolmo
No pena de muerte en USA para extraditados mexicanos