
Enrique E. Batista J., Ph. D.
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«Escribir es como parir, dar nacimiento, concebir el mundo» – Enheduanna.
La formación de las nuevas generaciones, como proyecto de cada comunidad educativa, a lo largo y ancho de toda la historia humana, se consolida como proyecto educativo a partir del invento de la escritura. La educación, y con ella la escuela, son un producto de la escritura. Ellas dos, escritura y educación, permitieron la creación de la historia; sin ninguna de aquellas dos, la última no existirÃa, como tampoco lo serÃa la cultura. La escritura y los procesos educativos formales que, alrededor de ellas empezaron a estructurarse, crearon también diversas formas de organización social en donde el poder inicialmente radicaba en aquellos que podÃan saber leer y escribir, aunque el rey mismo no supiera hacerlo, pero sà aquellos miembros de su corte que bien pudiesen tener esa habilidad.
La escritura también facilitó la liberación de las naciones de la tiranÃa, de aquellos que se asumÃan representar en la Tierra a la deidad superior. Aunque ellos mismos no tuviesen la habilidad para leer y entender textos con algún nivel de complejidad, su comprensión del mundo era la que, de manera real o maliciosa, le comunicaran sus súbditos obsecuentes, mas no siempre leales y confiables, servidores. La invención de la escritura representó la liberación de la ignorancia y de las ataduras que impedÃan una sólida comprensión del mundo social y de la naturaleza humana abundada en derechos y obligaciones.
El desarrollo del potencial cognitivo de la especie humana se acentuó con el acceso a esa tecnologÃa primigenia denominada escritura. El Homo sapiens sapiens (la especie humana actual) debe su inteligencia a este destacado invento de la humanidad que aseguró formas especÃficas no sólo de la comunicación momentánea, sino de la preservación de información, consolidación o compilación de fuentes de conocimientos y la presencia de manifestaciones culturales de unas comunidades o pueblos frente a otros. Los pueblos ágrafos se perdieron en el tiempo, en la medida en que no pudieron consolidar maneras de registrar sus conocimientos y preservar las manifestaciones propias que pudiesen ser comunicadas, más allá de la oralidad temporal, a sus sucesivas generaciones, o a intercambios con otras comunidades.
Creó la especie humana distintas formas de emplear la escritura para la manifestación de sus creencias, sentimientos y para la expresión de su poder creativo, revelado en enriquecidos giros lingüÃsticos y en una variedad de figuras y géneros literarios que incentivaron creaciones perennes, por la virtud de estar escritas, las que se expresaron en la poesÃa, el canto, el teatro, relatos y cuentos, asà como en la creación y divulgación, también por escrito, de leyes, avances cientÃficos y tecnológicos.
Con la escritura se encontró el camino para la instauración de la cultura y la reafirmación de la identidad de las distintas comunidades, identidad que pudo ser, desde entonces, preservada de manera más firme y duradera al convertirse, la escritura, en un vehÃculo efectivo para comunicar y preservar conocimientos entre generaciones y entre pueblos diferentes. AsÃ, con ella se creó también el valor cultural denominado tradición, la cual debÃa también ser preservada. Además, se pudo empezar a usar la expresión «civilización», como elemento diferenciador de pueblos. Con la debida redacción se consolidaron formas y medios para crear y diseminar los conocimientos, lo cual permitió, a la vez, hace más de 5000 años, basada en el conocimiento y en el comercio, la primera forma de globalización.
El fabuloso mundo de la escritura respondió al potencial creativo y a las necesidades de diversas de comunidades en el mundo. AsÃ, en lo que hoy es Irak, en el Egipto antiguo, en la China ancestral y en las comunidades nativas de América Central, se crearon distintas formas de escritura. Bien conocidas son la cuneiforme de la antigua Mesopotamia (hoy Irak) y los jeroglÃficos egipcios. La escritura cuneiforme, sobre tabletas de arcilla, tiene más de 5000 años de haber sido creada. Esa es la antigüedad que tiene el desarrollo tecnológico humano más importante, como lo es la escritura.
Existió, asà mismo, hace más de 5000 años la primera civilización humana que pudo llamarse asà por tener elementos que documentan su existencia y la forma de vida particular que desarrollaban. Esa fue la civilización de los sumerios, la que dio lugar a la creación del Imperio Acadio, el primero en el mundo, fundado hace más de 4300 años. Se narra que la escritura se originó cuando un esclavo (que a la sazón eran personas con reconocida sabidurÃa) le dijo a su dueño que el mensaje que llevarÃa serÃa muy largo para memorizarlo.
En ese contexto imperial, se desarrolló la escritura cuneiforme, primordialmente para facilitar el comercio con poblaciones lejanas. De los primeros escritos quedan algunos escritos importantes cómo el «Código de Hammurabi» (nombre de un rey babilónico), el primer registro de una organización administrativa, polÃtica y de justicia que regÃa la conducta de los ciudadanos, con su régimen de especial de castigos por transgresiones a la ley, denominada del «Talión» (del latÃn «talis» = igual, semejante), o de «el ojo por ojo», porque cada daño causado se compensaba o castigaba con una reparación equivalente o por una compensación igual.
En esa cultura mesopotámica, vivió Enheduanna, quien, en la historia, es la mujer precursora de la literatura. TenÃa ya en esa remota época la habilidad, que muy pocos poseÃan, para escribir y componer versos. Era Suma Sacerdotisa, en el templo de la diosa Innana (del amor y de la guerra), fue esposa del dios Nanna e hija del rey Sargón, en el imperio Arcadio (Mesopotamia, hoy Irak). Ella, que es reconocida en la historia como la primera poeta, escritora y como precursora de los maestros, vivió hace más de 4300 años y tuvo producción creativa abundante. Ella «inauguró el concepto de autorÃa literaria y utilizó sus textos para posicionarse como autoridad polÃtica y religiosa; fue la primera persona en firmar una obra literaria». (https://shorturl.at/EzFYj).
En uno de los primeros poemas en la historia, Enheduanna escribió:
Yo, Enheduanna, la sacerdotisa En,
me acerqué a la luz, pero la luz era quemante para mÃ.
Me acerqué a la sombra, pero estaba cubierta de neblina,
mi boca de miel se volvió venenosa
mi habilidad de calmar humores se desvaneció.
(Abreviado de: la colección de Poemas de Enheduanna, disponible en: https://tinyurl.com/2y3kwuhm).
En la Mesopotamia de esos eones, como dirÃan los arqueólogos, los maestros se formaban bajo la dirección de sacerdotes, en lectura, escritura cuneiforme y matemáticas, en una especie de escuela denominada «edubba», donde los alumnos, se formaban para ser futuros maestros, miembros destacados de la sociedad o comerciantes. En la «edubba», que en lenguaje sumerio significa «casa de las tablillas», se almacenaban los escritos, que formaron primigenias bibliotecas, para ser estudiados posteriormente. (https://shorturl.at/Lcpn3).
Los escritos podÃan contener lecciones de agricultura, botánica, matemáticas, medicina, religión y filosofÃa, según se ha leÃdo en las tablillas encontradas en las ruinas de varias bibliotecas, entre ellas la del rey Asurbanipal en NÃnive (hoy en ruinas cerca de la ciudad actual de Mosul) quien coleccionó obras de escribas de todo su reino. Los maestros formados atendÃan a los alumnos desde la edad de 10 años con clases de sol a sol; unos 10 o 12 años después se graduaban como escribas; una forma primigenia de titulación académica. Esta educación era elitista, privada y costosa, con pago de matrÃcula por los padres. Aunque el espacio para las mujeres era casi nulo, Enheduanna se formó en una de estas escuelas de escribas. (https://shorturl.at/Lcpn3).
En la «edubba», la metodologÃa se basaba en la escritura de proverbios con base en los cuales se enriquecÃa el vocabulario, se aprendÃa la gramática y se fomentaba la mejora de la comprensión. En esas escuelas de las tablillas se originaron importantes obras literarias, filosóficas y de ficción histórica, como parte de un esfuerzo «para preservar la cultura para los dÃas por venir», lo que de hecho se logró. Con esas escuelas se alcanzó a formar una especie de primer sistema de organización escolar. (https://shorturl.at/Lcpn).
Hoy, cincuenta siglos después de Enheduanna, las niñas y mujeres en Irak tienen dificultades para acceder a la educación debido a normas tradicionales que privilegian al género masculino, negación que ha sido agravada por las restricciones que han impuesto algunos grupos extremistas confesionales que impiden, a pesar de algunos esfuerzos de gobiernos, que las niñas puedan asistir a las escuelas y ser educadas, reduciéndolas a la condición de seres de segundo nivel, sumisas al poder masculino. Es una forma de miedo y terror a la inteligencia de las mujeres, las que muy bien pueden desafiar en ese campo a la de los hombres.
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