19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La educación en el informe sobre el desarrollo humano 2019 del Banco Mundial @Mineducacion

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. (foto)

https://paideianueva.blogspot.com/

El Banco Mundial ha publicado el “Informe sobre el desarrollo mundial 2019: La naturaleza cambiante del trabajo”, dividido en siete capítulos: 1. La naturaleza cambiante del trabajo, 2. La naturaleza cambiante de las empresas, 3. Desarrollo del capital humano, 4. Aprendizaje permanente, 5. Rentabilidad del trabajo, 6. Fortalecimiento de la protección social y 7. Ideas para promover la inclusión social. (El lector puede obtener el texto completo en https://bit.ly/2Q6nCCA,  y una versión abreviada aquí:  https://bit.ly/30oQZVx). El Informe se centra en la importancia del capital humano para la fuerza de trabajo en el futuro.

Con el índice se busca medir la cantidad de capital humano que un niño nacido en 2018 puede esperar conseguir cuando finalice sus educación secundaria. O sea, medir la productividad de la próxima generación de trabajadores respecto de un punto de referencia dada salud plena y una educación completa. Ese capital es el que permite desarrollar el potencial de cada uno para ser socialmente productivo para lo cual corresponde a los gobiernos fijar un nivel mínimo general y garantizado de protección social e incrementar la inclusión social. Esta consiste en mejorar la capacidad, posibilidades y dignidad de las personas más desfavorecidas. La desigualdad crecerá si todos no tienen la oportunidad para adquirir las habilidades que se requieren en el mundo de las economías tecnológicas.

En ese índice Colombia ocupa el puesto 70 entre 157 países donde Singapur, Corea, Japón y Finlandia ocupan los primeros lugares. Uruguay, Ecuador, México, Argentina tienen valores parecido al de Colombia.

Destacaré aquí las ideas principales del Informe sobre la importancia de la educación como base del capital humano en mundo del trabajo cambiante dadas la innovación y el progreso tecnológico. Reconocerá el lector que el contenido de este texto del Banco Mundial, en los campos del empleo y la educación, va bastante paralelo a los Informes de McKinsey & Company de 2012 (Education to Employment: Designing a System that Works (https://mck.co/2R4EpoE) y 2017 (Jobs Lost, Jobs Gained: Workforce Transitions in a Time of Automation (https://mck.co/2sTNKGL).

Si bien las tecnologías permiten crear nuevos empleos, aumentar la productividad y prestar servicios públicos eficaces, también es cierto que crean incertidumbre en varios sectores de la población mundial donde es evidente que no se brindan opciones de mejoramiento de la calidad de vida de la misma manera que en otras partes del mundo. Por ello, es prioritario que los gobiernos inviertan en capital humano. Se resalta en el Informe el análisis, ya hecho en una variedad de publicaciones, en el sentido de que los niños que están hoy en primaria enfrentarán como adultos empleos que no existen a la fecha.

La falta de educación es uno de los medios más visibles para mantener las desigualdades de una generación a otra. En todo caso, se precisa que en la promoción del capital humano es necesario asegurar que la escolarización se traduzca en aprendizaje, ya que lo que se aprende es más importante que el tiempo mismo de permanencia en la escuela.

En muchos países la escuela no forma en las habilidades básicas y menos en las que son y serán cada vez más necesarias como las cognitivas y socioemocionales (“socioconductuales”, se denominan en el Informe). Asistir a la escuela no significa de por sí progreso en el aprendizaje ni en la habilidades esenciales que serán necesarias para el trabajo actual y futuro en especial. Las habilidades socioemocionales que se adquieren a temprana edad y se continúan estructurando a lo largo de toda la vida. Se reconoce que quienes las adquieren en la primera infancia serán más resilientes a las inseguridades y disrupciones que experimentarán más adelante en sus vidas.

Para fortalecer el capital humano apoyado en los avances de distintas tecnologías se hace necesaria, según se señala en el Informe, la formación en tres clases de habilidades: 1. las cognitivas avanzadas (por ejemplo, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico), 2. Las socioemocionales (el trabajo colaborativo en equipo, creatividad y curiosidad) y 3. Las combinaciones de habilidades predictoras de adaptabilidad (tales como el razonamiento, la autoeficacia y capacidad de adaptación).

El requisito para lograrlas es contar con una base sólida de capital humano y de un aprendizaje permanente. Ello se logra con la esencial atención al desarrollo humano desde la primera infancia y en la educación básica, contar con protección social y un uso eficaz de la educación terciaria.

Se recalca en el Informe que la mejor preparación para el futuro de los niños para su desempeño en un mundo cambiante es prestar atención a ellos desde la primera infancia, con inversiones significativas en educación, nutrición, salud y protección social. La educación preescolar de calidad es la base para el desarrollo cognitivo de alto nivel y la solidez de la formación afectiva y motora. Esa educación temprana crea ventajas que se incrementan con el tiempo y ayudan a acrecentar la igualdad de oportunidades. El desarrollo del capital humano requiere como factor imprescindible:  el empoderamiento de las mujeres (ya que con ellas se aumenta ese capital en la economía), mejoras en la producción del campo y ampliación de las oportunidades laborales de los campesinos pobres.

En el mundo tecnológico también se han modificado los procesos de producción, transformando la manera de trabajar y las condiciones laborales, dando cabida al trabajo mediante plataformas en línea y a la ocupación esporádica (la economía GIG, que se ha dicho. Ver: https://bbc.in/2X9RIYY), en lugar de los contratos a largo plazo que solían ser la norma.

En el contexto de economías apoyadas en los avances tecnológicos la educación terciaria (la posterior a la secundaria que incluye a la educación laboral y la cualificación para oficios) adquiere especial relevancia por tres razones que se destacan en el Informe: 1. La demanda de habilidades cognitivas generales de orden superior las que no sólo se adquieren en las escuelas, 2. Las exigencias de un aprendizaje permanente a los largo de toda la vida y 3. Esa educación es una opción importante en el mundo laboral cambiante que en el caso universitario sirve de basamento para la innovación.

El aprendizaje no termina en la escuela, por lo que es preciso recordar que en el trabajo se continúa acrecentando el capital humano. Esa formación terciaria debe tener en cuenta las limitaciones que pueden tener los adultos, su aprendizaje de modo diferente y el diseño de estrategias formativas flexibles y apropiadas para el cerebro y estilo de vida de ellos.

Sobre lo que pueden hacer los gobiernos el “Informe sobre el desarrollo mundial 2019: La naturaleza cambiante del trabajo” propone tres soluciones: 1. Invertir en capital humano especialmente en grupos desatendidos y en educación en la primera infancia, con énfasis en las habilidades cognitivas de orden superior y en las socioemocionales. 2. Asegurar cobertura y protección social que no dependa en su totalidad de tener un empleo formal asalariado. 3.Aumentar la movilización de ingresos con los sistemas tributarios, de modo que se cree espacio fiscal y poder así financiar tanto el desarrollo de capital humano como la protección social.