23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

La derecha civilista

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

“Muchos han perecido, decía Paul Valery, por no haber sabido soltar a tiempo el paraguas”. Porque una situación límite como la que en el asalto al Congreso de los Estados Unidos se acaba de producir  fue la ocasión para soltar a tiempo el paraguas por parte de quiénes aún creían en sus propuestas y no seguir aferrados a lo que esa horda de desequilibrados pretendió simular haciéndose pasar como la consciencia de América, como el rescate de la autoridad y cuya irracionalidad extrema continuará  sacudiendo durante mucho tiempo nuestra fe en los valores de la democracia norteamericana. Esos   descerebrados que han desconocido el esfuerzo de la civilización y aún son víctimas de sectas innombrables, convertidos en histéricos patrioteros   tal como no los han descrito muchas películas, muchos libros de investigación sobre la mal llamada “América profunda”: lugares donde el linchamiento, la superchería han suplantado la justicia. ¿No vieron recientemente una magnífica serie como “The Watchman” con la ridícula e inventada “aristocracia” de ricos pueblerinos con profundos estigmas psicológicos que impávidos emergen de la herida infectada del prejuicio religioso en minorías sociales que, a pesar de beneficiarse de los logros del progreso tecnológico como el lujo y el confort, continúan recurriendo a exorcismos tribales? ¿Qué tiene que ver la manipulación de la ignorancia – que es siempre la regresión a la horda- con los principios democráticos fijados en la Constitución norteamericana en la cual el Partido Republicano afirmó su condena de toda forma de intolerancia? ¿No es la democracia un juego de Partidos políticos que han evitado lo que hoy pretenden los extremistas blancos y los extremistas negros: una guerra cultural?  El Dr Fernando Londoño se pregunta si es de centro derecha o de extrema derecha teniendo en cuenta las declaraciones del Presidente Duque de haber estado contra la extrema izquierda y la extrema derecha. Extremista de derecha no soy ha confesado abiertamente el Dr Londoño. Ya que ante los desmanes de estas hordas desaforadas la pregunta hacia un Partido como el Republicano tiene que ver con su falta de fiscalización interna ante el personalismo evidente de Trump poniendo a veces en peligro la seguridad del Estado. La treta a la cual recurrió el nazismo para doblegar al pueblo alemán consistió en fanatizarlo mediante el venenoso sofisma del regreso a la gran patria Alemania, la de las tradiciones de nibelungos y Walkirias sumergiéndolo en las tinieblas del esoterismo. “La civilización, vuelvo a citar a Ortega y Gasset, no es otra cosa que el ensayo de reducir la fuerza a última ratio(razón). Ahora empezamos a ver con sobrada claridad por qué la “acción directa” consiste en invertir el orden y proclamar la violencia como prima ratio; como única razón” ¿No es esto lo que Emerson proclama y está inscrito en la Constitución norteamericana? Tenemos entonces que distinguir perentoriamente entre un populismo que recurre a los peores instintos   proclamando la violencia como su único método de acción – esa extrema derecha que se confunde con la extrema izquierda- para invertir el orden, y, el pensamiento civilista de la derecha histórica en la sociedad moderna. Pero la Derecha civilista que en el pensamiento moderno, supone la vigencia de pensadores que se opusieron con su vida tanto a los desvaríos del nazismo como del comunismo y hoy lo hacen frente a un totalitarismo disfrazado de folclóricas identidades raciales, de rockeros de poncho y alpargatas, muestras del recurso a la  “acción directa” de los grupos de Choque  tal como perplejos  lo vimos – y los seguiremos viendo-  en los  desmanes  propiciados por el petrismo, Fecode y la  izquierda radical: con ataques directos a la policía, incendios programados, destrucción de pequeños almacenes, obstrucción del transporte, irrupción de millenials y Ninis, exhibición de su unidimensionalidad, de un deplorable borreguismo  mental. De lo que se trata pues es de no caer en estos maniqueísmos manipulados por la llamada verdad postmoderna y defender al ciudadano y a las ciudadanas de este intento de acabar con las libertades individuales y el derecho a pensar de manera diferente. 

Estamos pues en ese punto límite donde la derecha civilista puede equivocarse gravemente y sin saberlo, estarle abriendo espacio, identificarse incluso, con el extremismo populista cuando lo irracional se impone a la lógica propia de la democracia. ¿Quiénes supieron soltar a tiempo el paraguas?  Porque no se trata del enfrentamiento entre opositores y seguidores de Trump, sino que ante este desmedido intento de sedicción que ha permitido que emerja el rostro oculto de un autócrata narcisista, se hace perentorio dejar en claro que Trump en modo alguno ha representado a la Derecha histórica. El derecho a contradecirse es para Camus aquello que permite la evolución del pensamiento y el lograr contar con la inteligencia para saber leer los hechos en su misma evolución. De este modo soltaron el paraguas a tiempo “Fox News” “The New York Post” y hoy ya muchos empresarios republicanos que acompañaron a Trump hasta que se dieron cuenta de quién se escondía en él y de este modo el vicepresidente Pence dio una lección de afirmación de la libertad al poner la democracia por encima de la presunta lealtad a quien en esos momentos era ya un peligro para la nación. ¿Por qué nadie menciona a Putin? ¿Entienden lo que afrontaremos en el 22?