Como una decisión insensata, nefasta y fatal para el fútbol y para la ciudad, calificó el destacado dirigente hotelero Manuel “Calidad” Molina, el fallo que tomó la Comisión Disciplinaria de la Dimayor de otorgarle los tres puntos al Junior de Barranquilla, y suspender el estadio con público por seis fechas para el Atlético Nacional.
Molina Aristizábal, gerente general de los hoteles Dann Carlton Belfort, Dann Carlton y San Fernando Plaza, dijo que es un pésimo precedente cederle los tres puntos al Junior de Barranquilla, porque hay apostadores y en cualquier momento ellos mismos pueden propiciar estos actos de violencia en un estadio, para obtener los tres a favor del equipo de sus afectos.
Manuel “Calidad” Molina dijo lo siguiente:
Medellín y Antioquia somos futboleros. Me parece que la decisión que acaba de tomar la Comisión Disciplinaria es nefasta y fatal. Primero, para nuestra ciudad. Segundo, para el fútbol colombiano. Tercero, porque siempre he dicho que nosotros teníamos que ser solidarios con la ciudad y con el alcalde, pero tenemos que ser solidarios con los equipos nuestros.
Ustedes se imaginan que hoy esa sanción fuera para un equipo mediano-pequeño, queda quebrado y desaparecido. Ustedes se imaginan que hoy ese partido se hubiera llevado a cabo en Bogotá y que la hinchada que hubiera atacado la hinchada de Bogotá hubiera sido una hinchada paisa. ¿Ustedes creen que la sanción hubiera salido igual?
Entonces pensaba yo para mis adentros. Aprendí desde la época de los manejos de los clubes. Como lo que dice la justicia. Una cosa es lo que está escrito y otra cosa es la sensatez y realidad. Si hoy entran a mi casa unos violentos y yo me defiendo, el culpable soy yo. Eso no puede ser. Es que quienes violentaron la casa nuestra fue la hinchada contraria. Quienes agredieron a los hinchas del Nacional fue la hinchada del Junior.
Pero no importa. No pueden abrir esa compuerta porque en el fútbol hay apuestas y si ganar los puntos contrarios es simplemente mandar una primera línea contraria es muy fácil”.
Dijo que en su concepto los puntos no se le deben dar a nadie cuando se producen estos actos de violencia en el estadio, porque es estimularla. “Yo no se los hubiera dado a nadie”. Porque no se puede premiar la violencia. Manifestó que estas decisiones atentan contra la ciudad, contra la estabilidad económica de muchas familias que viven del espectáculo del fútbol, pagan el arriendo, colegios y compran el mercado. Se ratificó en que es una decisión fatal para el fútbol y desafortunada para la ciudad.
Audio de Manuel Molina.
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