@CathyJuvinao @PartidoVerdeCol
El escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres explotó a los verdes por dentro, debido a que varios de sus dirigentes salieron salpicados, incluyendo a algunos de sus voceros incrustados en el alto gobierno.
El golpe más duro, sin duda, es que una de sus figuras, Iván Name, el presidente del Senado, hubiera sido acusado de haberle recibido $3 mil millones a Sandra Ortiz, la entonces consejera de las regiones.
El senador Ariel Ávila ha sido un duro crítico en el seno de los verdes, y dijo que no solo es hora de que intervengan la Fiscalía General y la Corte Suprema de Justicia, sino que al interior del partido se presente un necesario revolcón.
“… El señor Iván Name debe renunciar al partido Verde –o el partido Verde tiene que expulsarlo– y renunciar además a la presidencia del Senado. Es insostenible su papel; además, viene de un escándalo de supuestos ‘Rastrojos’ y demás. Y también el partido debería, como lo he solicitado en cartas y firmas con concejales y diputados, sacar a la señora Sandra Ortiz, exconsejera presidencial de Regiones… El caso de Name es dramático: se hizo elegir con los votos del Centro Democrático, Cambio Radical, el partido Conservador; son ellos los que lo impusieron, no fue la coalición de gobierno, que apoyó a otra candidata, pero ahora está señalado de haber favorecido un montón de trámites”, concluyó Ariel Avila
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