
Por William Fernando Yarce
Las reformas a nuestro sistema judicial son recurrentes: Procedimientos, instancias, tecnología, número de despachos. Pero hay un tema que no se toca: La calidad de los Jueces, su capacidad para fallar en Derecho y en Justicia, su entidad ética, su preparación y formación
No se trata de hablar de corrupción en la justicia, que casos se han visto. Desde magistrados de las Altas Cortes hasta jueces promiscuos de pequeños municipios, los colombianos somos testigos de pronunciamientos judiciales que son contrarios a los fundamentos del Derecho, que demuestran que no estudiaron el expediente, que fallan contra la realidad de los hechos, o inspirados en su personal ideología o en sus sentimientos o resentimientos. Decisiones que le tuercen el cuello a la justicia y a la verdad
Soy abogado, creo en la Justicia, valoro y respeto a los jueces. A Belisario Betancur le presentamos desde la Facultad de Derecho de la UPB un proyecto muy consultado con un eje central: Mejorar la calidad de los Jueces a partir de procesos de selección, de capacitación, de actualización. El ejercicio de la Judicatura es esencial a la Democracia, a la vida en sociedad, a la Verdad y, por encima de todo, a la Ética.
Cada colombiano tiene derecho a igualdad de oportunidades, a estudiar lo que quiera. Ser Juez no es cuestión de querer y poder, ser Juez es cuestión de tener la entidad ética y la formación que garanticen la legitimidad de administrar el bien que nos permite vivir en sociedad: la Justicia. (Opinión).
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