20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Iván Mordisco: un criminal salido de la jungla

Descripción: escritor

Por Darío Ruiz Gómez 

Hace una semana el Director de la JEP anunció que ésta no podía hacerse cargo del problema del “Renacido de entre las espesuras de la selva” Iván Mordisco, ya que a las llamadas Disidencias de las Farc-en realidad las mismas Farc- habían rechazado la firma de la Paz con el Gobierno Santos en La Habana y al regresar a la lucha armada habían perdido toda posibilidad de que hoy la justicia los incluyera en las “nuevas conversaciones de Paz”. 

Por lo tanto, el caso del delincuente Iván Mordisco queda en manos de la justicia ordinaria. El noticiero Caracol T.V ha mostrado algunos de los compañeros de fechorías de Mordisco y nos hemos quedado cortos en lo que imaginábamos sobre sus fortunas: inmensamente ricos, sacando toneladas de dólares, de oro, de coltán, en medio de una cohorte de indígenas sometidos que los han convertido en dioses, mujeres campesinas de mirada fiera en imágenes que nos remiten al Marlon Brando como el demente Kurtz de la película de Coppola “Apocalipse Now”. Pequeños sátrapas de una incalculable capacidad de hacer daño a los otros, de regodearse con la humillación a los inferiores. En el atentado contra los 78 soldados desarmados abandonados a su suerte en el Caguán, la metodología de la humillación por parte de su llamada “Guardia Indígena” fue el aviso a jueces y ciudadanos de lo que quiere imponer para reinar en los territorios que se le otorguen al finalizar las “Conversaciones de Paz”. 

Hacerlo desaparecer, darlo como muerto fue entonces la estrategia que la dirigencia del PCC llevó a efecto con la colaboración de algunos medios de comunicación. Al cobrar vida presentándose orgullosamente ante los medios de comunicación lo ha hecho con la desaforada ingenuidad de todo mercenario: el uniforme recién estrenado, la inmensa metralleta que dispara 900 balas por minuto y lo que más les gusta a estos Comandantes como su muestra de poder: una gran camioneta de 500.000000, el rostro de piedra de un oficial nazi creado por sus propios periodistas.

No sé si recuerdan aquel célebre texto de Berger y Louis Pawels “El retorno de los brujos”, cuyo subtítulo era “introducción al realismo fantástico” y donde escarbando en antiguos manuscritos de civilizaciones desaparecidas, de ciudades perdidas se incorporaba al presente la primacía de lo fantástico sobre lo real, e incluso la relación directa entre lo esotérico y el Nazismo y se reconocía como “un triunfo de la selva, de lo salvaje” contra la tecnología bélica y la cultura Occidental el triunfo de Ho Chi Min sobre los Estados Unidos.

Sólo que Mordisco, Mechas y demás comandantes con camionetas fantásticas que vuelan sobre los ríos, los esteros han ejercido un oprobioso reinado de terror haciendo desaparecer territorios y etnias a pesar de que sus portavoces culturales pregonen su defensa de los indígenas en la ONU, donde Petro, al lado de un activista disfrazado de “Zenú”, ha proclamado su “defensa de las etnias indígenas y de la cultura ancestral”.

La destrucción que Iván Mordiscos y sus depredadores(as) acaban de hacer de la región del río Apaporis consagrada como lugar sagrado por comunidades indígenas como los Guananos, los Cubeos, los Tarianos, Desanos y Tukanos, reconocido  repito, gracias al estudio de Reichel Dolmatoff y  consagrado como Patrimonio de la Humanidad,  constituye un daño irreparable igual al que hicieron los talibanes en Afganistán al destruir las esculturas milenarias de los budas. 

En este caso además con el horroroso desplazamiento de comunidades sacadas de sus territorios ancestrales para dar paso a las trochas que, destruyendo el medio ambiente, facilitan el desplazamiento de los narcotraficantes. 

Tengamos el valor de denunciar ante la Comunidad Internacional este atentado que en Colombia a nadie parece conmover.