12 noviembre, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Inteligencia Artificial para frenar el cambio climático 

Image Map

Por Claudia Posada 

Thomas L. Friedman, periodista y escritor estadounidense, ha dedicado buena parte de su vida a investigar y escribir sobre globalización, cambio climático y reducción de emisiones de gases efecto invernadero (GEI). A sus 71 años, este interesante hombre -tres veces ganador del Premio Pulitzer, columnista del New York Times y que comenzó a trabajar como reportero en 1981-  es fuente de alta credibilidad en lo relacionado con el tema que le apasiona; por lo mismo, muy consultado y entrevistado en USA y otros países del mundo; como quien dice, le ha dado el mejor sentido a su existencia aportando al mundo su saber; no ha enfocado su quehacer en proyectarse como estrella rutilante o como político de esos (entre nosotros los hay) con aspiraciones secretas camufladas al aparentar que se  ejerce el periodismo bajo los principios que rigen su razón de ser. Friedman sí es el modelo del profesional que le sirva a la sociedad de hoy. Aquí vamos a retomar observaciones  de planteamientos presentados por grandes estudiosos del cambio climático igualmente interesantes,  particularmente de uno muy importante: el archimillonario Bill Gates; él y otros, todos ellos, también le han dado sentido al tema del cual los negacionistas se burlan asegurando que son engaños ridículos, mitos absurdos o posturas “izquierdosas” para combatir a la poderosa industria consumidora de energía, a la ganadería intensiva (no la extensiva pues ésta permite gestión más sostenible) y a la agricultura a gran escala con sus perjuicios ignorados y por lo tanto no resueltos debidamente, sin combatir indebidamente un  sector valiosísimo. 

Con la sinopsis de Planeta de Libros, podemos darnos una idea muy cercana al pensamiento de Thomas  Friedman plasmado en su libro “Caliente, plana y abarrotada”, que nos mete al tema del calentamiento global, análisis necesario para poder entender  por qué, si no reducimos las emisiones de GEI, no se podrá cumplir, definitivamente, la meta establecida en el Acuerdo de París, pues no hemos respondido como habitantes de la Tierra,  al valor -para el hoy y el mañana- de prestarle toda la atención a los efectos adversos del cambio climático. “El mundo es un lugar cada vez más caliente, plano y abarrotado. El calentamiento global, el extraordinario aumento de la clase media en todo el mundo y el rápido crecimiento demográfico convergen de tal manera que podrían hacer de nuestro planeta un lugar peligrosamente inestable. Se están reduciendo las reservas de energía, se intensifica cada vez más rápido la extinción de plantas y animales, está aumentando la pobreza energética, que a su vez refuerza la dictadura del petróleo y se acelera el cambio climático”. 

No nos extrañe que el autor mencione el aspecto demográfico como adverso a la eliminación de fuentes contaminantes; la industria está entre las causas determinantes de profanación ambiental por la quema a gran escala de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón, el gas y además el agua residual envenenada que contamina tierra, ríos y lagunas; recordamos a la exministra de Minas, Irene Vélez, conocedora sin duda de los asuntos ambientales en el marco de la regulación minera, a la que tanto criticaron; lo  enfática que fue, por ejemplo, en esto de contaminantes industriales. “Cómo nos enfrentemos a estas tendencias globales determinará la calidad de la vida de nuestro planeta en el siglo veintiuno. Para Friedman la solución es romper con el pasado y llevar a cabo una verdadera revolución. Una revolución «verde», basada en la innovación y una serie de medidas gubernamentales para promover el desarrollo económico y social responsable desde el punto de vista energético. Y la tendrá que liderar Estados Unidos —en gran parte responsable de la situación actual— por el bien de sus ciudadanos, su economía y su seguridad. Y por el bien del planeta”.

Friedman piensa en el compromiso que debe asumir su país -altamente industrializado- para con nuestro planeta y es claro en llamar la atención sobre lo que toca con todos. Colombia, el cuarto país más biodiverso del mundo (sólo superado por Brasil, Indonesia y China) se prepara para la COP16 en Cali “A partir del 21 de octubre y durante dos semanas, Colombia será el epicentro de la conversación ambiental más importante sobre biodiversidad para impulsar la implementación del Marco Global de Biodiversidad y asegurar que los compromisos globales de conservación y sostenibilidad se traduzcan en acciones concretas”. Según la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad: “Somos la convergencia de los Andes, la Amazonía, el Caribe, el Pacífico y la Orinoquia, una esquina incomparable de América del Sur. Por eso, en esta COP16, Colombia está invitando al mundo a hacer Paz con la Naturaleza”. Ojalá este certamen nos ponga a todos los colombianos, especialmente a los incrédulos con respecto a lo que está pasando y pasará con el planeta de humanos, naturaleza y animales, en modo reflexión. 

Por su parte Bill Gates, cofundador de Microsoft, filántropo controversial, desmintió los mitos sobre IA, de la que se dice que esta tecnología va a aumentar el consumo energético del planeta. Por el contrario, asegura que, “las ventajas de la IA superarán ampliamente a sus posibles riesgos en el contexto del cambio climático y sus repercusiones, abordando así una de las preocupaciones más críticas de esta era. El contexto del cambio climático y sus repercusiones, aborda así una de las preocupaciones más críticas de esta era”, fue lo dicho por Gates en su intervención en Breakthrough Energy Summit, en Londres. Por lo demás, es enfático en anunciar que el aporte de la IA será grandioso en materia de atención a los problemas ambientales del planeta (muchísimos por culpa de malas prácticas y falta de conciencia de nosotros los humanos; y él se une a otros pronunciamientos que se han hecho en cuanto a cómo, esta tecnología, transformará la Educación y la Salud, principalmente. 

En lo que respecta a cómo la IA impacta en el consumo energético del planeta Tierra, uno de los puntos más destacables de su discurso ha sido la preocupación en torno al aumento del consumo energético que suele asociarse con el desarrollo y la implementación de la IA. Gates es optimista, en lugar de evadir las inquietudes que le presentan los pesimistas, él las enfrenta directamente con datos sólidos. “Citando estudios recientes, indicó que el impacto energético de la IA podría ser considerablemente menor de lo que muchos pronostican”. En cambio, no duda en señalar cómo “En relación a los riesgos y el cumplimiento con las metas climáticas globales, Gates no ocultó sus inquietudes sobre la lenta transición energética que muchos gobiernos están realizando”. Sería interesante saber qué pensaría el archimillonario, de los negacionistas en Colombia quienes se oponen –sin argumentos sólidos- a la transición energética en nuestro país. Según él, “Esta falta de celeridad podría retrasar los objetivos climáticos hasta en 15 años. Aquí, Gates hizo un llamado urgente a los gobiernos, enfatizando la importancia de acelerar las políticas y los proyectos que faciliten una transición más rápida hacia energías sostenibles”. En este tema, de dimensiones incalculables, como en tantos otros en los que deberían trabajar los legisladores (con escasas pero necesarias excepciones) y supuestos líderes de opinión, se han quedado “desentendidos” porque las da, parece, mucha pereza meterse en el análisis juicioso y serio que demanda el asunto de las emisiones efecto invernadero. Pero claro, también tiene mucho qué ver, el que se requiere confrontar en el análisis urgente, a sectores brutalmente contaminantes, pues estos inciden en las decisiones que son del resorte legislativo y entes de control. Bill Gates, ha manifestado reiteradamente un aspecto determinante en la adopción de energías renovables por parte de las grandes empresas tecnológicas. “Mencionó que estas ya están desempeñando un papel vital al invertir sustancialmente en fuentes de energía sustentables, pero enfatizó que la colaboración gubernamental sigue siendo esencial”Para el caso colombiano, cabe tener presente: “Sin un esfuerzo conjunto entre el sector público y el privado, será difícil alcanzar las metas necesarias para frenar el impacto del cambio climático”. 

Particularmente, es bueno aclarar que en el gobierno actual, se ha demostrado plena coincidencia con los planteamientos de Gates, así que la “colaboración gubernamental” no ha sido esquiva a la realidad, falta ver hasta dónde los opositores –inclusive en circunstancias evidentes que urge tratar colaborativamente- los intereses políticos particulares, se sobreponen a las herramientas clave para frenar el  cambio climático que ya está afectando al planeta Tierra, impactando a las presentes generaciones y comprometiendo la vida de las futuras, a la población de especies animales y a la Naturaleza.  

Gates sugiere que la IA está trabajando para reducir riesgos climáticos. El empresario y filántropo habló sobre el impacto de esta tecnología en el futuro. (Foto: EFE/Penguin Random HousePor su parte, Bill Gates, cofundador de Microsoft, reconocido y controversial filántropo, en alguna de las tantas entrevistas que concede, y en una de las tantísimas reuniones que sostiene con estudiosos de fenómeno climático, ha sostenido que en la lucha contra el cambio climático hay versiones pesimistas, pero las hay también optimistas como él mismo se considera. Él asegura que “las ventajas de la IA superarán ampliamente a sus posibles riesgos, en el contexto del cambio climático y sus repercusiones, abordando de esa manera una de las preocupaciones más críticas de esta era”; así lo expresó durante su intervención en la Breakthro.