
Por Gerardo Emilio Duque
Invitaron al magistrado Jorge Duque de jurado al festival de trova en sábados felices y el mismo día se presentaron El Flaco y Fosforito. El Flaco hizo una retahíla con más de doscientas palabras empezadas por M, pero Fosforito le ganó con un chiste. Cuando se a acabó la grabación, El Mocho Sánchez le dijo al Flaco gozándoselo: mejor, muchacho Medellín madrugole y El Flaco miró al magistrado y le dijo: mucho mocho marica malparido.
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Alberto Builes Ortega querido y recordado gobernador de Antioquia fue a tomarse la foto cuando aspiraba a esa dignidad para los afiches de la campaña. Cuando se sentó para la fotografía, le dice el fotógrafo: doctor Alberto quítese la cadena, está muy larga, quítese por favor el reloj que está muy grande y también se quita el anillo por favor. Y Builes le contestó: vos me estas fotografiando o me estás atracando.
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Mi amigo Guillermo Bernal Quintero se encontró con Juan Gossaín en la ciudad de Cartagena un día cualquiera y le dijo Guillermo al periodista: me he leído todos sus libros, pero me da pena contarle porque los he comprado chiviados. Y Gossaín le contestó: Y donde crees que los compro yo.
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Salíamos del municipio de Abriaquí después de una jornada de guaro, política y trova. Fosforito y yo en el corregimiento La Antigua de dicho municipio paramos a desayunar. Nos sirvieron un plato ahí raro con un pescuezo de gallina de cachucha roja. Cuando terminamos de consumir los alimentos le pregunté a la que atendía: ¿cuánto le debo? Y la señora me contestó: veinte mil pesos, que eran para la época doscientos mil pesos. Yo le dije: señora eso está muy caro. Y me contestó: ¿no ve que es gañote? Fosforito le respondió de inmediato: ¿gañote? Eso lo que es, es un engañote.
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