14 septiembre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Humor y política

Haga Click

Image Map

Gerardo Duque

Por Gerardo Emilio Duque G. 

Cuando mi querida hermana Beatriz Duque Q.E.P.D, se encontraba recluida en una clínica de la ciudad, la compañera de pieza era una adolescente que se había intentado suicidar y permanentemente pedía la muerte. Un día triste mi hermana falleció en esa clínica. La adolescente vivió todo ese proceso. En medio del dolor y la amargura por la muerte de mi querida hermana yo mirando a la jovencita dije: cómo será la envidia de esta.

%%%%%%%%%%%%%%%%%

En un recorrido que hicimos por todo el rio Magdalena acompañado de Guillermo Bernal y Gustavo Duque, mi hermano, llegamos al municipio de Mompox. Esa noche pernoctamos ahí en un hotel en el centro de la ciudad y como a las dos de la mañana me levanté al baño. Me apoyé en el lavamanos y ese aparato se vino al suelo trayéndose media pared, armando el escándalo más impresionante, eso sonó como una bomba. Toda la noche me la pasé sentado en la cama pensando en ese daño tan horrible y en que le iba a decir a la dueña. A las seis de la mañana sentí que la vieja se levantó y yo inmediatamente salí de la habitación para hablar con ella. Apenas me vio, me dijo: que fue el estruendo tan horrible en esa pieza. Le dije: señora fui yo que me apoyé en el lavamanos y se vino al suelo. Y se emberracó la vieja. Ese lavamanos es histórico, qué irresponsabilidad, qué daño tan grande, qué descuido y eche cantaleta. Mi hermano Tavo se levantó y preguntó: dijo que pasó. Yo le dije pues lo del lavamanos, según esta vieja pendeja yo me paré a bailar encima de él.

%%%%%%%%%%%%%%%

En el Liceo San Luis de Yarumal un grupo de estudiantes teníamos la costumbre de ponerle apodos a los rectores que llegaban.

En una oportunidad cambiaron de rector y nosotros nos fuimos para la sede de transportes Arango a recibir al nuevo, y ya teníamos las características de cómo era. Con el fin de ponerle el apodo le preguntamos que cómo se llamaba y nos contestó: me llamo Gorgonio Gutiérrez y kiko Vargas, un estudiante, contestó dejémoslo así.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%

En su obra sobre el poeta Porfirio Barba Jacob escrita por Fernando Vallejo, dijo el autor que en una oportunidad en una de sus borracheras en México, Barba Jacob no pagó la cuenta en un establecimiento público y en consecuencia le hicieron firmar un vale.

Tiempo después sin cumplir con la obligación, Porfirio regresó al establecimiento y el mesero le mostró el vale y le dijo: mire, esta es su firma. Y el poeta le contestó: lo felicito, siéntase orgulloso de tener el autógrafo de un poeta tan famoso como yo.