Historias de la IU Digital: Aleja Agudelo y Luis F. Valencia, ejemplos de sacrificio y superación

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La estudiante de sexto semestre de Administración de Empresas es un ejemplo de compromiso y dedicación.

Veinticuatro es un número especial para María Alejandra Agudelo Sánchez (foto). En 24 días, tiempo récord, organizó la documentación necesaria para postularse a una beca de movilidad internacional del programa Jóvenes de Clase Mundial. Como resultado, puede elegir entre 24 países para cumplir el sueño de su vida.

Esta joven de 21 años nació y creció en la vereda La Estrella, a una hora de Yarumal, vive con sus padres y sus dos hermanos, es un ejemplo de tránsito inmediato entre la formación secundaria y la superior.

Siempre le ha gustado estudiar y soñó con ser administradora. Lo que jamás imaginó fue que el proyecto de los semilleros de investigación de la IU Digital de Antioquia fuera a ser el principio de un capítulo extraordinario en su historia de vida.

Aleja es la primera persona de su familia que puede formarse como profesional, pero está convencida de que su hermano menor va a seguir el buen ejemplo. En la casa todos están muy felices, sé que están súper orgullosos. La IU Digital me va a apoyar con los gastos del viaje, esa es una gran tranquilidad para mis padres», afirma Alejandra quien, por estos días, se alista para un curso de movilidad académica internacional y va a proponer un tema de investigación.

«Quiero trabajar un tema que tenga que ver con el emprendimiento social, que es un algo que me interesa mucho», concluye.

En la IU Digital le apostamos a los semilleros de investigación Ciro Alegría escribió en 1941 que “El mundo es ancho y ajeno”. Hoy las historias de jóvenes como Alejandra, nos recuerdan que la educación es el mejor pasaporte de viaje y que soñar no tiene fronteras.

En Arboletes las opciones eran mínimas para cumplir los sueños que había construido. Hasta que encontré puertas abiertas en la IU Digital de Antioquia.

Luis Fernando Valencia

Mi nombre es Luis Fernando Valencia, vivo en Arboletes, un pueblo en el que varias generaciones de mi familia se han dedicado a la pesca. Mi destino estaba escrito, por decirlo de alguna manera… mi destino era la pesca, sin embargo, yo quería algo diferente para mi familia, quería que mi hijo pudiera ver que era posible cambiar el rumbo de nuestra historia.

Cuando me enteré de que podría estudiar en la IUD fue como si se abriera una nueva etapa de mi vida. A mis 39 años me siento muy orgulloso de decir que mi hijo podrá decir que su papá es profesional. Estoy estudiando Trabajo Social porque siento que esa carrera integra todo lo que me interesa: he sido líder cultural, me apasiona el deporte, quiero aportar en la transformación de mi comunidad, busco generar un cambio real de nuestro contexto.

Y sí, tuve temores, cuando me decían que esta era una universidad digital yo pensé que no iba a ser fácil para mí, pero me encontré con un modelo de educación que se imparte tal y como si yo estuviera en un salón de clases, solo que a través de una pantalla.

Cuando necesito conversar con un profe, lo puedo hacer tranquilamente, cuando tengo alguna duda en clases, también puedo intervenir. Esta experiencia ha sido tan fuerte para nosotros que ahora no solo yo, sino mi hermano, mi cuñada y varios amigos de la familia están matriculados en la IU Digital de Antioquia.

El orgullo de nuestra familia era mi tío, que era profesor en Apartadó. Él era la persona en quien nosotros habíamos depositado la ilusión de educarnos y ser mejores. Pero la violencia se atravesó en el camino y nos arrebató al único que se preocupaba por la educación de la familia.

Quiero ser el orgullo de mi hijo, quiero ayudar a transformar a la comunidad. Yo quiero honrar su memoria, quiero ser el ejemplo de las próximas generaciones, lo lograré porque la IUD es mi salvavidas.