Por Enrique E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com
Esta es una segunda parte de un artículo que publiqué años atrás sobre Halloween. (https://tinyurl.com/85kwz3mv).
Los celtas, población guerrera de hace 3000 años con riqueza cultural, sabiduría, con plenitud de temores y celebraciones, legaron a la humanidad una fiesta de dulces y de alegría para los niños plasmada en la fiesta de Halloween.
El relato histórico destaca que un ejército de 50.000 celtas se enfrentó, en la batalla de Telamón, en Italia, hace 2250 años a los ejércitos del antiguo imperio romano. Un total de 40.000 celtas fueron masacrados y muertos en batalla. Ese fue el comienzo del fin de la vigencia de los celtas en el mundo como organización imperial que, con sus ejércitos, llegaron a conquistar desde Turquía, el centro de Europa, Francia, la península ibérica hasta lo que hoy es la Gran Bretaña. Su presencia e influencia fue desapareciendo a medida que su cultura e instituciones políticas fueron transformadas al ser asimilados por el imperio romano y después por otras hordas invasoras del norte de Europa como los anglos, sajones, normandos y vikingos; lenguas como la de los irlandeses y galeses se derivaron de las de los celtas.
De la misma manera, se ha preservado una de sus costumbres, como lo es la celebración, genuinamente de origen celta e incorporada por los cristianos, del «Halloween»; expresión que surge de la frase escocesa, del inglés medieval, «All Hallows’ Eve» (y también «Hallow e’en»); «Hallow», en el inglés antiguo, significa santo, «All» = todos; «eve» = víspera; o sea, la víspera del «Día de Todos los Santos». (https://shorturl.at/na67b).
Como tal celebración era pagana, el Papa Gregorio III, c. 1300 d. C., la cristianizó, pasando el «Día de Todos los Santos» del 13 de mayo al 1 de noviembre; el día siguiente, el 2 de noviembre, se fijó como una fecha para elevar oraciones por las almas de los difuntos. Así, «Halloween», como víspera del «Día de Todos los Santos» y «El Día de los Difuntos» forman una trilogía inseparable.
El «Día de Todos los Santos» se celebró por primera vez para honrar simultáneamente a todos los mártires en 303 d. C. en Antioquía (con tilde en la segunda i) –en Turquía–, ciudad conocida hoy en lenguaje turco como Antakya (ciudad que fue el primer lugar donde los seguidores de Jesucristo fueron denominados por primera vez como cristianos). El 2 de noviembre se dedica a la celebración del «Día de Difuntos» o «Día de los Fieles Difuntos», para honrar y conmemorar a los difuntos fieles de la religión cristiana. (https://shorturl.at/GnuFM, https://shorturl.at/Svb9e).
Se puede conectar «El Día de los Difuntos» con «Halloween», que en sus orígenes era la fiesta celta de final del verano llamada Samhain (celebrada, como se anotó, desde hace 3000 años), con la creencia de que en «Halloween» los espíritus de los muertos salían de sus tumbas, asustaban a los vivos mientras recorrían las calles, los que, a la vez, eran espantados por los vivos con disfraces de pieles. En la misma celebración del Samhain (llamada después en el imperio romano como «Fiesta de la Cosecha»), los celtas ponían en las puertas de las casas abundantes dulces o bebidas para ayudar a que los espíritus perdidos hallasen su camino de regreso; algunos otros de los vivos, disfrazados de espíritus, pasaban de casa en casa solicitando comida, dulces y bebidas. (https://shorturl.at/o4bvM, https://shorturl.at/kH8wJ).
Se sabe que en la Edad Media niños y jóvenes solicitaban, a cambio de oraciones, comida o dinero en nombre de los difuntos; si las personas rehuían la petición, les hacían algunas travesuras o bromas. Hoy, la vieja costumbre celta y medieval sigue vigente el 1 de noviembre con las peticiones de niños alegres, disfrazados, pidiendo dulces. Bien conocida en el Caribe colombiano es la fiesta de los angelitos o de «Ángeles Somos», en donde igualmente, niños con variedad de disfraces cantando «ángeles somos, del cielo venimos», solicitan dulces y otros regalos; con mucho de arte y cultura urbana en Bogotá, con disfraces, música y comida, se celebra cada año, en la misma fecha, «La Marcha Zombie». La fiesta de los angelitos, con tradiciones variadas, pero con propósito similar, se celebra también en Argentina, Ecuador, Guatemala, Perú, y El Salvador. (https://tinyurl.com/537rhy9k, https://tinyurl.com/55tjzjhd).
Así, esta fiesta celta tan antigua fue también, entre otras culturas, heredada por los irlandeses. Fueron estos quienes, en 1840, en su inmigración, la trajeron a Estados Unidos y Canadá; con ellos, se inició la costumbre de adornar a las calabazas en lugar de nabos, muchos más pequeños, como lo solían hacer en Irlanda; la intención es la misma de los antiguos celtas: ahuyentar a los espíritus. No es, entonces, como se cree, que «Halloween» es una fiesta moderna inventada en Norteamérica. La globalización de las comunicaciones y muchas películas (al menos 12 de ellas con el título de Halloween) volvieron más popular en todo el mundo esta celebración que tuvo su origen hace 70 siglos.
Algunos hechos curiosos en el mundo por la celebración de «Halloween» son: (https://tinyurl.com/3c7y4ha2, https://tinyurl.com/36du8vcj, https://tinyurl.com/bde42hh8):
En el mundo, las fábricas de golosinas venden más de US $13 mil millones de dólares en dulces y confites. La luna llena de «Halloween» es un fenómeno raro que sucede solo una vez cada 19 años; es asustada por espíritus malévolos; atemorizada con su muy pálido brillo, es llamada la «Luna de las Tristezas». La creencia en las brujas adquiere visibilidad y se les ve dando vueltas en la oscuridad de la medianoche sobre el campanario de la iglesia de Mesilla en el suroeste de Norteamérica.
Se acrecienta, para esa fecha, la creencia de que los gatos negros son brujas disfrazadas. En Estados Unidos se prohíbe la venta o adopción de gatos negros en octubre porque pueden ser adquiridos para sacrificio diabólico el 31 de ese mes. Mientras que en Alemania se esconden los cuchillos para evitar hacerles daño a los espíritus cuando regresan a sus eternos e insondables aposentos. Los murciélagos, tan benéficos para la humanidad y tan presentes en las decoraciones de «Halloween», recuerdan que en los tiempos idos de las fogatas nocturnas la luz atraía a insectos y tras ellos llegaban los murciélagos. En Austria, antes de irse a dormir, la gente pone pan, agua y una lámpara encendida para recibir a las almas de los muertos esa noche. En Japón, bares y clubes programan celebraciones tanto asustadoras como eróticas para los adultos.
Búhos y lechuzas, siempre tan atentas, generan miedo y fobias cuando se les ve volar esa noche. Las arañas, de otra parte, son consideradas como símbolos de buena suerte. Como se anotó, «Samhain» fue el nombre inicial de la fiesta dado por los celtas; quienes le tienen miedo irracional a la celebración de «Halloween» sufren de samhainofobia.
Los irlandeses consideraron, por tradición, que Halloween era una fecha para que las muchachas encontraran cónyuge; ellas tiraban cáscaras de manzana por encima de su hombro para encontrar a su hombre. Si un joven soltero bajaba las escaleras hacia atrás, a medianoche, con un espejo en la mano, la imagen que vería sería la de su futura esposa. De modo análogo, las mujeres, en un cuarto oscuro, mirándose frente a un espejo, con una vela encendida en la mano, podían ver al príncipe de sus sueños con quien vivirían felices por siempre.
¡Trick or Treat!


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