16 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Golpe a la memoria maldita de Pablo Escobar

Clausurada la casa museo del capo del cártel de Medellín. La ciudad busca enterrar los símbolos del narcotraficante

Poe Francesco Manetto.

El País de Madrid.

«Bienvenidos a nuestro museo, bienvenidos a nuestra historia». Con esta premisa empezaba, hasta el miércoles, la visita a una casa dedicada a la memoria del criminal que más ha manchado el pasado reciente de Colombia. La alcaldía de Medellín y el viceministerio de Turismo han dado un golpe al culto a Pablo Escobar y han clausurado, por el momento de forma temporal, el inmueble. Lo hicieron por una irregularidad administrativa, porque esa especie de parque temático, regentado por su hermano mayor, Roberto, carecía de permisos. Pero la simbología que rodea al capo de la droga, fallecido en 1993, va más allá y supone un estigma que el país quiere enterrar sin mirar atrás.

En la vivienda, ubicada en un exclusivo sector residencial, los visitantes podían interactuar con un imitador de El Patrón, como se conocía al narco, hacerse una foto en una celda, ver la reconstrucción de unos pasadizos secretos, observar una colección de memorabilia entre lo excéntrico y lo grotesco. Un imán para decenas de turistas extranjeros -los colombianos tenían habitualmente restringido el acceso- que pagaban 90.000 pesos (25 euros o 30 dólares) para conocer una versión edulcorada del horror. Miles de asesinatos convertidos en el trasfondo de una supuesta existencia romántica. (Lea el informe).