
Por Carlos Alberto Ospina M.
El político imbécil no es un simple despistado ni un frágil individuo, más bien es el estratega de la victimización y el arquitecto del drama que convierte cualquier nimiedad en una tragedia épica.
Con mucha frecuencia sorprende el tono reivindicativo y el nivel de activación para celebrar, tolerar, rentabilizar e institucionalizar la estupidez. Antes la bobería fue neutralizada con el pensamiento crítico, la educación y el debate sin ambages. Al parecer, hoy existe una competencia por ver quién puede hundirse más en las aguas grises de la necedad.
A escasas vueltas escuchamos las bocas de verduleros y el espectáculo canibalesco de la izquierda en el poder que, en nada dista, del mal comportamiento en el escenario de la vida cotidiana, donde una conversación inofensiva es transformada en linchamiento público en nombre del desabrido ‘cambio’. El grado superlativo de las formas de imbecilidad no se restringe a la supuesta violación de sus derechos o la susceptibilidad del ofendido, sino que pasa a degüello aquel que rechaza la táctica para ganar notoriedad a base de mentiras y trampas. Acto seguido, otra comedia de enredo protagonizada por el personaje malévolo y sus mercachifles.
La falta de argumento de autoridad de este gobierno, dispone a mesa y mantel, a las diferentes organizaciones criminales al mismo tiempo que desbarata el juicio sobre la violencia e inseguridad que padece el país. El cretino de Petro y el agazapado exministro de Defensa, Iván Velásquez, afirman que “en realidad, como han ocurrido durante estos dos años, los hechos que han afectado el orden público en varias regiones del país se han maximizado” (sic – Iván Velásquez, exministro de Defensa 25-02-2025). Por lo visto, ambos fariseos no saben dónde tienen la cara.
El nido de discordias junta a sucesos y personas despreciables al tenor de la cabeza de chorlito del perverso e ilegítimo presidente. Causa disgusto observar cómo la corrupción alcanzó un punto de no retorno gracias a las prácticas y a las artimañas del tal ‘Pacto Histórico’, el cual es una guarida de mediocres resentidos, cuyo único talento consiste en trepar en la jerarquía burocrática para llenarse los bolsillos de dinero contante y sonante a expensas del erario. Por adelantado, huyen de la quema con objeto de no perder el privilegio odioso. ¡Y armas al hombro! lavándose las manos, puesto que es mejor ser siervos de la heredad que pronto cambiará de dueño. Así es que sacan las garras y los ojos con tal de no desaprovechar los beneficios o las billonarias ganancias económicas. Por una delación no se puede hablar de “fuego amigo”, tan solo se trata de tipejos de la misma calaña.
El menesteroso de la Casa de Nariño cayó en la ratonera del ‘cambio’ y escupió sobre su propia cara en el momento que se refirió a la manera de proceder de un gobierno pecueca. Pocas veces su embustera labia galáctica da en el blanco acerca de lo maloliente e infame que es el chanchullo.
De buenas a primeras, la gente inútil habla de una creída narrativa malintencionada de las élites para obstaculizar, dañar o afectar el proyecto progresista, olvidándose del hecho consumado del enriquecimiento ilícito de varios familiares, amigos y colaboradores cercanos al exguerrillero. La conveniente amnesia, deja a un lado, la insuficiente ejecución presupuestal que busca destinar esos recursos para el derroche, la financiación de la campaña 2026, la manutención de sexagenarias actrices, el patrocinio de sanguinarios bodegueros, los sospechados “emprendimientos”, los planes turísticos con algunas transgénero y la malversación del patrimonio público. Al respecto, ¿el ejército de descerebrados está en la capacidad funcional de demostrar lo contrario? Imposible de toda imposibilidad.
La peste de incapaces para lo congruente y muy hábiles para los fines miserables logró destruir y robarse el avance alcanzado durante el presente siglo. Sin embargo, la mayoría de colombianos ha adoptado una actitud decidida para defender la democracia. No más cosas desagradables y dañinas para el pueblo, ¡gobierno pecueca!
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