28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Francotiradores y minas antipersona: así defiende el Cartel de Sinaloa sus cultivos de coca en Colombia

La organización criminal liderada por Ismael ‘El Mayo’ Zambada tiene cada vez más influencia en el principal productor de cocaína del mundo. Le ayudó la caída de importantes carteles y el cese al fuego de la guerrilla de las FARC.

Por Isaías Alvarado

CNN

Guerrileros colombianos vigilaban un plantío de coca en Colombia. Crédito: Piero Pomponi/Getty Images

El capo colombiano Pablo Escobar contrataba a narcotraficantes mexicanos en la década de 1980 para que llevaran sus cargamentos de cocaína a Estados Unidos, después de que le fueron cerrando sus rutas de trasiego por el Caribe. Mucho ha cambiado ese negocio ilegal desde entonces.

De acuerdo con el presidente colombiano Iván Duque, en este momento el protagonismo del Cartel de Sinaloa y de otras organizaciones criminales mexicanas es tan grande en su país que éstos defienden sus cultivos de coca con francotiradores y potentes explosivos que se activan al pisarlos. Así controlan un mercado que dejó la guerrilla.

“Sabemos que hay lugares del territorio donde hay carteles de la droga de otros países que tienen francotiradores a sueldo y sembradores de minas antipersona para evitar la labor de erradicación” de plantíos del gobierno colombiano, advirtió Duque en una entrevista con el diario El Tiempo.

Cuando ese periódico le preguntó qué tan preocupante es la penetración del cartel que controlan Ismael ‘El Mayo’ Zambada, los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y otros capos sinaloenses, el mandatario reconoció que, gracias a su poder corruptor, su presencia en Colombia es cada vez más relevante.

“El Cartel de Sinaloa lleva muchos años en nuestro país con vínculos con grupos armados ilegales. Ellos les pagan y les compran droga, y nosotros hemos venido enfrentando esas estructuras”, mencionó el presidente al mismo medio, agregando que parte de su estrategia es golpear a sus socios locales, como el Clan del Golfo y criminales que por su cuenta les venden cocaína.

El poder de los traficantes mexicanos en Colombia ha ido creciendo conforme se debilitaron los dos carteles más grandes de ese país, tanto el de Medellín que dirigía Escobar, como el de Cali liderado por los hermanos Rodríguez Orejuela. Finalmente, el camino se allanó cuando se desmovilizaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que también hicieron negocios con ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’.