
@sergio_fajardo @EPMEstamosahi
Con bombos y platillos, el entonces alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, actualizó el Convenio de Relaciones Municipio de Medellín – EPM, el cual buscaba combatir la corrupción, el amiguismo y la favorabilidad. Además, fortalecer las relaciones con los grupos de interés, previniendo el conflicto de intereses. Y que ningún grupo que tuviese intereses pudiera utilizar información privilegiada de la empresa.
Pero ese convenio era un pantallazo distractor, porque lo primero que hizo fue establecer relaciones directas con dos “aliados estratégicos”, Integral y Conconcreto, que estaban en Ley de quiebras.
Estos “aliados estratégicos”, desde ese año 2004 iniciarían una cadena de contratos con EPM, algunos de ellos objeto de polémicas y escándalos por sobrecostos que aún no han sido justificados, ni explicados.
Con el argumento de esa alianza estratégica con EPM, Integral y Conconcreto no respondieron nunca por los sobrecostos en la represa de Bonyic en Panamá, cuyo presupuesto inicial era de US$50 millones y terminó costando US$330 millones y Porce III que costó $800 mil millones más de lo presupuestado.
O sea que Fajardo, como lo van a ver, no cumplió lo que firmó, y en vez de combatir la corrupción, el amiguismo y la favorabilidad, los promovió. En cuanto a fortalecer las relaciones con los grupos de interés, lo que hizo con lujo de detalles y además promovió el conflicto de intereses.
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