20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Extinción de fauna en el siglo XXI 

Juan David Palacio

@JDPalacioC 

Por Juan David Palacio Cardona 

Director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. 

581 especies han desaparecido en 21 años. Científicos advierten que estamos ante la sexta extinción masiva del planeta.  

Muchos disfrutan ver las aves por todas las partes del mundo. Apreciar sus colores, cantos, tamaños, características de vuelo, entre otras cualidades. Incluso, podemos conseguir libros donde están retratadas las especies más carismáticas, hermosas y sorprendentes, como los cóndores, búhos, gaviotas, loros orejiamarillos, águilas arpía, caciques candela y colibrís. En las páginas impresas no solo plasman las imágenes de la fauna, sino que nos recuerdan la cruda realidad que hemos invisibilizado. 

Hoy nos sirven como base para evidenciar la desaparición de ejemplares. La deforestación, la alteración de los corredores ecológicos funcionales, el cambio climático y la falta de consciencia ambiental han logrado que cientos de animales se hayan extinguido. Y no solo hablo de las aves, sino de toda la fauna silvestre: se tiene registro de 7,7 millones de especies en el mundo y, de estas, el 20% está en peligro de perecer.  

De acuerdo con National Geographic, “de las más de 138 mil especies que han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), un total de 581 han desaparecido de los hábitats de todo el mundo desde el inicio del siglo XXI”. Ocho se extinguieron durante el 2021: seis reptiles y dos mamíferos.  

Ser una sociedad consumista alimenta la economía pero mata la sostenibilidad ambiental. No tiene sentido generar riqueza si a la larga ponemos en riesgo la vida de seres sintientes. Es paradójico invertir para construir, a la vez que se destruyen bosques y ecosistemas, y posteriormente pagar para sembrar lo destruido. Necesitamos coherencia en la planificación de los territorios, contaminar menos y –en cambio- ser más responsables.  

Vemos fotos familiares de aquellas épocas en las que casi todos los lugares estaban cubiertos por vegetación que alimentaba pequeños ecosistemas donde era posible encontrar ranas, pájaros, lagartijas y hasta árboles frutales. Hoy esas imágenes pasan a ser solo historias, pues la realidad ya es otra en esos sitios retratados.  

La transformación de los territorios es una constante. Es común ver que donde existió un lugar verde, ahora hay edificios, vías o infraestructura que satisface el gusto consumista de una sociedad que, como consecuencia de la cotidianidad de las conurbaciones, genera gases de efecto invernadero.  

En los últimos días, científicos mexicanos y estadounidenses advirtieron que estamos ante la “sexta extinción masiva del planeta” y –a diferencia de las otras, que ocurrieron por fenómenos naturales- esta tiene al “hombre como el principal autor y responsable”. 

Desde los centros poblados deberíamos reflexionar, entender y comprender que la fauna es diversa, rica, robusta y está muy cerca de nosotros. No deberíamos limitarnos a tener mayor aprecio y cariño solo por los animales de compañía –como los perros y gatos.  

En ese sentido, controlar nuestros hábitos de consumo para mitigar el calentamiento global y tener una mayor responsabilidad en la planificación –debido a que en los lugares no tan lejanos estamos extinguiendo a seres que sienten y no tienen voz- hacen parte de las acciones para conservar la fauna silvestre.