Una fuente muy cercana a los hermanos Alejandro y Ana María Díez Ramírez, le contó a El Reverbero de Juan Paz que ya se tuvo acceso a las pruebas que demuestran fehacientemente que su hermano Alfredo José, aprovechó la figura de trustee para apoderarse de casi toda la fortuna de su padre Alfredo Díez Montoya, entre otras, las 54 millones de acciones de BANCOLOMBIA incurriendo, de paso, en el delito de fraude procesal dentro de la investigación penal que finalmente precluyó un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Medellín, al asegurarle al ente acusador haberle comprado a su padre la participación accionaria en RAYOVAC para luego adquirir, en el año 2000, el jugoso paquete accionario del banco más importante de Colombia.
El contrato de venta de acciones de RAYOVAC incompleto y sin notarizar, aportado por Alfredo José a las sumarias del proceso 1057275, quedará por el piso cuando se demuestre, exhibiendo el original con los respectivos poderes conferidos, que aquél fungió solo como representante de las empresas de su padre y no como dueño del millonario paquete accionario en el año de 1999.
Don Alfredo Díez Montoya, fallecido en el año 2005, dejó todos sus bienes en una fiducia bajo la administración de su hijo mayor Alfredo José (foto) y de su nieta Tatiana María (foto), pero resulta que en el país del norte no se pagaron los impuestos de finado industrial luego de su deceso, situación que acaba de complicar las cosas para sus trustees, habida cuenta de lo grave que es el no pago al fisco americano y dada la doble nacionalidad de Díez Montoya.
Ni qué decir de la situación particular de Alfredo José, porque éste tampoco pagó sus impuestos en los EE.UU. incluyendo los relacionados con la negociación de las acciones de RAYOVAC en 1999 de manos de Hemisphere Services Inc., otrora de su padre, amen que allí este delito no prescribe, todo ello sumado a la ya incoada acción de extinción de dominio ante la fiscalía colombiana y el proceso de indignidad para suceder, cuya decisión se espera será la de declarar válido el testamento utilizado para adelantar la sucesión en Colombia, justamente la pieza que se necesita para engrosar el acervo probatorio dentro de la denuncia criminal por el perjurio ante una corte federal de Miami. EE.UU.
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