29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Eso no pasa

@anibalgaviria @FiscaliaCol 

Por Nicodemo  

Hace un tiempo oí en la presentación del comediante “Primo Rojas” una frase que me hizo reflexionar: “a los nietos de la Reina Isabel el bus del colegio no los deja, eso no pasa”.    

Frecuentemente los medios nos cuentan historias supuestamente ciertas que, si uno las piensa un poco, es fácil darse cuenta de que en realidad son falsas.  

Por ejemplo, en 1994 Andrés Pastrana convenció al país que un coronel de la policía, Carlos Barragán, lo buscó y le entregó una cinta de audio en la cual se hablaba que el presidente de Colombia, Ernesto Samper, había sido financiado por el cartel de Cali, dando origen al proceso 8.000, penoso capítulo de la historia política de Colombia.   

El señor Pastrana aparte de mal alcalde, mal presidente y mal ex presidente, quiso convencer al mundo de que un policía de mando medio prefirió entregarle a un político que no conocía la prueba reina de un proceso tan delicado pasando por encima de sus superiores jerárquicos como la propia Dijín, donde trabajaba, o la Policía Nacional o la Fiscalía o incluso el DAS. La versión de Pastrana dista mucho del mínimo sentido común. En la realidad, ESO NO PASA.    

Recientemente vimos al ex presidente Uribe salir de huida de una condena que le tenía lista la Corte Suprema de Justicia. En este proceso llamó la atención que el testigo estrella de la acusación contra Álvaro Uribe, el señor Juan Guillermo Monsalve, obtuvo la principal prueba de los sobornos y presiones del “aboganster” Diego Cadena mediante la grabación que hizo con un reloj. Nadie se ha preguntado cómo un recluso de muy poca monta obtiene en la picota un elemento de tan alta tecnología. Uribe dijo que había sido el MI-6 de Inglaterra a lo que Santos le respondió que era exótica esa conclusión. Un reloj de estas características no se consigue en cualquier supermercado ni se hace llegar a La Picota de un día para otro. ESO NO PASA.  

El presidente Duque el 28 de septiembre de 2019 presentó ante el foro de la Naciones Unidas las pruebas “fehacientes y contundentes” según sus palabras, de la ayuda de Nicolás Maduro a la guerrilla del ELN.  En estas pruebas había unas fotos de la guerrilla supuestamente en Venezuela, sin embargo, las fotos resultaron ser del departamento del Cauca.  

Duque acostumbrado a hacer el ridículo, lo tomó como una de tantas. Sin ánimo de defenderlo, es claro que el presidente no tomó esas fotos ni las incluyó en el informe de 176 páginas que presentó ese día. Lo lógico es pensar que a través de una rigurosa cadena de custodia les llegaron a sus manos absolutamente verificadas para que él, en semejante vitrina internacional brillara con luz propia.  

No hay ninguna posibilidad de que un organismo de inteligencia cometa este error. La inteligencia no se equivoca en eso, alguien quiso que así pasara y pasó. ¿Quién? Nadie se tomó ni se tomará el trabajo de averiguarlo. Lo cierto es que ESO NO PASA.  

Hace muy pocos días el señor Hunter Biden, hijo del candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos Joe Biden, provocó una bomba de neutrones en la campaña de su padre, que lo tiene metido en serios problemas, hasta el punto que los especialistas están opinando que este solo hecho le puede hacer perder la presidencia. Resumiendo el suceso, podemos decir que el señor Hunter llevó a reparar su computador personal a un sitio especializado y jamás lo reclamó. Después de algún tiempo y justo a tres semanas de las elecciones, el señor que tenía la laptop decide entregar ese aparato al abogado de Donald Trump, el señor Rudolph Giulani. La información que apareció fue devastadora, fotos del señor Hunter consumiendo drogas y en videos en actos sexuales con prostitutas junto a los archivos que comprometen al candidato demócrata con actos de corrupción con tres países, Ucrania, Afganistán y China. Estos hechos ya habían sido denunciados, pero, Joe Biden los había negado rotundamente afirmando que nunca los había conocido. La información divulgada demuestra que Joe Biden mintió.  

El punto es, ¿quién se imagina al hijo de un ex vicepresidente de los Estados Unidos llevando personalmente a arreglar una laptop de mil dólares y sin tener a nadie que se la recoja? Aun sabiendo lo delicado de la información que tenía y lo más sorprendente es que el señor que la arregló no la devuelve a la dirección que le dieron, no la entrega a las autoridades, no manda un correo electrónico y sí se la entrega al abogado del presidente de los Estados Unidos y rival del señor Biden. Definitivamente… ESO NO PASA.  

La última para comentar es la de Francisco Barbosa , nuestro Fiscal General, el hombre más preparado de Colombia según sus propias palabras y el más listo. En su desteñida gestión nos ha mostrado distintas facetas, por ejemplo, en el caso de Álvaro Uribe donde salió en defensa del ex senador y prácticamente desechó el caso que venía de la Corte Suprema, pero, eso era de esperarse. Ahí no hubo sorpresas. No le puede gustar a medio país, pero amigos son amigos y como dijo el maestro Echandía… ¿y el poder para qué?  

En el que sí sorprendió a propios y extraños fue en el caso de Aníbal Gaviria . La Fiscalía en tan solo cuatro meses armó el proceso, aun cuando los hechos son de hace quince años, lo hizo separar del cargo y lo mandó a prisión domiciliaria, en una inusual eficiencia judicial. Le negó la libertad tres veces, pero cuando ya lo tenía fuera del cargo y con una buena posibilidad de que no regresara, sospechosamente se le vencieron los términos para calificar el mérito del sumario y Aníbal Gaviria volvió a su puesto y es casi seguro que ahí termine su mandato. La Fiscalía en 120 días no pudo hacer lo que normalmente se hace en tres días.  

Como el perro que les ladra desde un balcón a los transeúntes sin poder asustarlos, al señor Fiscal, el hombre más preparado de Colombia, solo le queda mandar amenazas al Gobernador de Antioquia insinuando que lo va a volver a capturar. 

Amanecerá y veremos. Cualquiera que haya conocido el funcionamiento de la Fiscalía sabe que, en un caso de tanta relevancia, definitivamente… ESO NO PASA.