17 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Es hora de hacer un alto en el fútbol 

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Por Julio Roberto Gómez 

Cómo dirigente deportivo he creído toda mi vida en el valor social que el deporte tiene como un vehículo para la cohesión social, para el entretenimientoy el adecuado manejo del tiempo libre, sin mencionar la importancia en aspectos económicos, culturales y su aporte a la salud y calidad de vida, 

El deporte debe ser un espacio para sentir las   raíces, nuestra región y generar valor a partir de su práctica. 

He venido presenciando como en nuestro fútbol profesional las pasiones propias del deporte y un derecho de quienes aman este deporte, se han desbordado, hoy los verdaderos aficionados al deporte estamos secuestrados por unos grupos de mal llamados hinchas y quienes organizados en unas barras, nos están robando la alegría y de ir a un estadio. 

Los hechos son muchos y recurrentes, estas barras no pueden ganarnos y quitar la alegría y esencia del deporte , cómo así que se pueden abrogar el derecho a interrogar a los  asistentes a un partido,  para saber si hinchas de otro equipo, ósea como una guerra donde el espía es condenado, quien les dio ese derecho, de cuando a acá el estadio es una propiedad privada o un territorio conquistado, o si el resultado es adverso tienen el derecho a insultar, agredir verbal y físicamente a los jugadores, árbitros, entrenadores y espectadores, con qué derecho invaden una cancha, asaltan una cabina de transmisión, no señores basta, es hora de frenar está horda de pequeños delincuentes mal llamados fanáticos del fútbol. 

Se dice que esto es un reflejo de nuestra sociedad, enferma claro está por la violencia y el narcotráfico, pero creo firmemente que es una muestra de debilidad de nuestras instituciones o lo peor la normalización de un caos social. 

Yo invoco cómo dirigente, amante del deporte y romántico del mismo que hagamos un alto es hora ya, que más queremos esperar. 

Mi propuesta; es no más barras, no más territorios exclusivos, no más pólvora, no más banderas, no más por favor,  

Quiero ir a futbol con mis hijos y nietos, con el amigo el hincha del otro equipo, a vivir la alegría del deporte y no a presenciar la violencia de unos negociantes que se aprovechan del fervor para acabar un bello espectáculo. 

Estamos a tiempo de parar, reflexionar y sobre todo tomar las medidas necesarias para frenar este fenómeno que repito no puede socavar más a los verdaderos fanáticos del deporte.