28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

EPM sin gobernabilidad

Jose Hilario Lopez

Por José Hilario López 

Los hechos de las últimas semanas, bien conocidos por la opinión pública, muestran que en EPM no existe gobierno corporativo y que el alcalde de Medellín es amo y señor de la principal empresa de los antioqueños. De acuerdo con los estatutos vigentes, el alcalde nombra el gerente del organismo, que en antes se llamaba autónomo, así como a su junta directiva y hasta los cargos directivos de la empresa, tal como lo ha estado haciendo el actual mandatario municipal. Pareciera que ahora EPM es una secretaria del despacho del alcalde. 

La destitución del gerente de EPM ocurrida hace pocos días, mediante resolución del alcalde, por causales todavía no claras para la opinión pública, es un caso sin precedentes en la historia de la empresa. 

El gerente destituido llegó a EPM nombrado por el alcalde con violación de su promesa de campaña, cuando prometió escoger el alto funcionario mediante un proceso de selección adelantado por una firma cazatalentos, lo que sumado al malestar que existe en el sindicato de profesionales de EPM, así como en la asociación de jubilados de la empresa y en los gremios más representativos de nuestra ciudad, indica que algo muy grave está pasando y que es necesario corregir a la mayor brevedad. 

Ante la grave situación creada por el alcalde, la peor en toda la historia de EPM, es necesario adelantar acciones inmediatas que permitan superar la crisis actual de gobernabilidad en EPM y empezar a estudiar reformas estructurales de fondo, que a mediano plazo impidan que hechos como los que están ocurriendo hoy se puedan repetir.  

Antecedentes 

Desde cuando en 1994 la Ley le dio facultades plenas al alcalde para nombrar el gerente y la Junta Directiva de EPM, ya con alcaldes elegidos popularmente, se preveía que este inmenso botín iba a ser un irresistible “bocatto di cardinale” para las ambiciones de políticos inescrupulosos o populistas. Para tratar de mitigar este riesgo el Concejo de Medellín mediante Acuerdo 12 de 1997, el denominado Estatuto Orgánico de EPM, complementado en el 2007 con el “Convenio Marco” que “regula la relación Municipio de Medellín-EPM, en aras al fortalecimiento de la institucionalidad de EPM, reglamenta la relación entre ambas partes …, a pesar de los cambios de la política electoral”. Entre los puntos a resaltar, aplicable como la más pertinente a la actual situación, el Convenio Marco dispone que con relación a EPM el alcalde debe actuar a través de su Junta Directiva y “se abstendrá de toda injerencia en el nombramiento de sus funcionarios”. Con muy pocas excepciones, entre ellas el actual mandatario, las administraciones municipales se han ceñido al Convenio Marco. 

Acciones inmediatas 

Ante la gravedad de la actual ingobernabilidad que afronta EPM, en primer lugar, es necesario que todas las fuerzas vivas de la ciudad le exijamos al alcalde que cumpla con su promesa de campaña, en el sentido de seleccionar el nuevo gerente de EPM de una terna seleccionada por una firma internacional cazatalentos de reconocida idoneidad. En segundo lugar, se debe obligar al alcalde a cumplir en todo los dispuesto en el Acuerdo 12 de 1997 y en el Convenio Marco de 2007. 

Adicionalmente, como me lo anota el ex director de Planeación de EPM, ingeniero Luis Fernando Múnera, los organismos de control, concretamente la Contraloría y la Personería de Medellín, deben analizar la posible violación de normas legales en que el alcalde y su secretaria privada hayan podido incurrir, y tomar las acciones pertinentes. 

Concretamente, de las declaraciones del exgerente de EPM parece desprenderse la acusación a funcionarios de la alcaldía de extralimitar sus funciones, al intervenir directamente en la administración de EPM, cuando deben limitarse a hacerlo a través de la Junta Directiva.  

Acciones a mediano plazo 

Tal como lo han propuesto conocedores y analistas de la crisis de EPM, hay que considerar que la empresa debe ser transformada en una sociedad de economía mixta, mediante emisión de acciones cotizables en bolsa, donde inversionistas privados puedan tener como máximo un 10% de participación accionaria. Así funciona, de manera exitosa, entre otras, Ecopetrol e ISA, sin que el Gobierno Nacional haya perdido el control de estas. Como empresa de economía mixta, en la futura EPM su Junta Directiva sería nombrada por la Asamblea de Socios, y una de sus funciones principales asignadas sería la de nombrar el Gerente General de la misma y demás altos funcionarios.