19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

EPM perdió su gobernabilidad

Jose Hilario Lopez

Por José Hilario López

Los hechos de las últimas semanas, bien conocidos por la opinión pública, muestran que en EPM no existe gobierno corporativo y que el alcalde de Medellín es amo y señor de la principal empresa de los antioqueños. De acuerdo con los estatutos vigentes, el alcalde nombra el gerente del organismo, que en antes se llamaba autónomo, así como a su junta directiva y hasta los cargos directivos de la empresa, tal como lo ha estado haciendo el actual mandatario municipal. Pareciera que ahora EPM es una secretaría del despacho del alcalde. 

La destitución del gerente de EPM ocurrida hace pocos días, mediante resolución del alcalde, por causales todavía no claras para la opinión pública, es un caso sin precedentes en la historia de la empresa. 

El gerente destituido llegó a EPM ha e un año nombrado por el alcalde con violación de su promesa de campaña, cuando prometió escoger el alto funcionario mediante un proceso de selección adelantado por una firma cazatalentos, lo que sumado al malestar que existe en el sindicato de profesionales de EPM, así como en la asociación de jubilados de la empresa y en los gremios más representativos de nuestra ciudad, indica que algo muy grave está pasando y que es necesario corregir a la mayor brevedad. 

Nuestro grupo de ingenieros egresados de la Facultad Nacional de Minas en el año 1964-Minas 64, apoyados por varios colegas ex altos directivos de EPM, hemos estado haciendo seguimiento a la gestión del alcalde de Medellín y del ahora exgerente de EPM en relación con su intención de ampliar el objeto de social de EPM, despropósito que pondría en riesgo la eficiencia de su principal misión, cual es la prestación de servicios públicos no sólo a los antioqueños sino a otras regiones donde también está operando la empresa.  

Adicionalmente a estas pretensiones del Alcalde se suma su riesgosa demanda, en que embarcó a EPM contra sus subcontratistas en Hidroituango, actuación ésta, como también lo ha estado cuestionado Minas 64, pone en riesgo la continuidad del megaproyecto, de cuya operación depende la seguridad del suministro de energía eléctrica al Sistema de Interconexión Nacional, así como los ingresos del Municipio de Medellín y las futuras regalías que recibirían los municipios localizados en el área de influencia del mega proyecto.