No logramos entender a qué conducen “debates” como el llevado a cabo ayer miércoles 26 de septiembre en la Cámara de Representantes, sobre la realidad actual del Proyecto Hidroeléctrico Ituango. ¿Qué quedó claro? En principio, que las fuerzas estuvieron divididas entre la irreflexión y la “lambonería”, con escasas, muy escasas excepciones.
Sin duda, la exposición del gerente de EPM, fue un relato tranquilo que expone unos acontecimientos sucedidos a partir del 28 de abril de este año y las decisiones que se han tomado en el mismo lapso hasta el momento. De igual forma expuso, con relación al estado financiero del proyecto, algunas posibles salidas a la crisis de iliquidez originada precisamente por la contingencia conocida.
Se observó en el mismo debate, cómo se insiste en pedir “la verdad” de lo sucedido, tal cual se está solicitando desde mayo cuando la situación se agravó considerablemente. Esa “verdad” exigida, parece más tendiente a obligar que la Junta Directiva de EPM, dé a conocer nombres de “culpables” directos, puntuales, precisos, que a resolver, por ahora, el ahora, el hoy. (Lea la columna).
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