19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

En dramática y tensionante elección, Lucas Cañas gana presidencia del Concejo 2022

@AlvaroUribeVel @QuinteroCalle 

Por Nacho 

panortamapolitico.co 

En lo que se puede considerar como una hábil y magistral jugada de ajedrez político, el joven abogado Lucas Cañas Jaramillo salió adelante y victorioso en la más enredada, dramática disputada y tensionante   competencia por la presidencia del Concejo de Medellín de los últimos años y en general de la mesa directiva del Cabildo Municipal, en una elección en la que salió muy lesionado el Centro Democrático y el alcalde logró un segundo aire en su agria pelea política con el uribismo. (fotos Lucas Cañas). 

La elección de los directivos del Concejo para el 2022 se constituyó, como era previsible, en la noticia y el hecho político de la ciudad, pero que ya tiene repercusiones políticas regionales y hasta nacionales. 

Aunque se trataba de la elección interna del Cabildo, en el trasfondo había muchas cosas en juego, pero la principal era la dura puja y conflicto de ciudad entre el alcalde Daniel Quintero y sus poderosos adversarios en una durísima oposición, precisamente el mismo día en que los rivales a la administración municipal radicaron ante la Registraduría de la ciudad más de 305.000 firmas dentro del proceso revocatorio que sus “enemigos” adelantan. 

Este miércoles 10 de noviembre no podía ser tan negro para el quinterismo por lo de las firmas, por perder una acción judicial contra Álvaro Uribe y enfrentar una demanda disciplinaria por el nombramiento del último gerente de EPM.  

Al menos en el Cabildo no le pudieron armar una coalición en contra, toda vez que los nueve votos en favor de Lucas Cañas también se pueden entender como de apoyo a su gobierno en esa corporación. 

En la víspera a la genial filigrana política que se registró este miércoles en el Concejo, como muchos medios lo fueron registrando a su modo o intereses, se presentaron intensas gestiones que se fueron hasta la madrugada por parte de ambos polos que ayer se enfrentaron o midieron fuerzas, cuando el actual periodo de los concejales y de los alcaldes está llegando al meridiano de su gestión. 

La muy comentada y develada reunión que pasará a la historia de la crónica política parroquial como la de “Chuscalito” no fue tan productiva para sus protagonistas. Panoramapolitico.co logró establecer que nunca hubo un acuerdo que despejara la presidencia para el bando contrario al alcalde y que tenía como candidato a la presidencia del Concejo al opositor Simón Molina. 

Cuando su nombre fue propuesto por la mitad de sus compañeros del Centro Democrático y por los concejales Daniel Carvalho, Daniel Duque y Luis B. Vélez, los otros cuatro uribistas Lina García, Nataly Vélez, María Paulina Aguinaga y Albert Corredor ripostaron nominando a Aguinaga. Se trató de buscar una solución con la aspiración de Daniel Duque y fue rápidamente descartada. Así las cosas, nunca hubo un consenso en favor de un candidato a la dignidad presidencial. 

Entre tanto, en el otro lado, el de los amigos de Lucas Cañas, quien estaba aspirando a la presidencia porque al Partido Conservador le correspondía la presidencia del 2022 y buscaba que se respetaran los acuerdos de coalición firmados a finales del 2019, estaban al acechando y también moviéndose para no dejarse derrotar. Cañas le dijo a nuestro portal digital que la pelea era peleando y que, si no lograba cuajar los votos a su favor, no se postularía. 

Fue en la madrugada entre el martes y este miércoles que nació la idea que los cuatro uribistas mantendrían la postulación de María Paulina Aguinaga a la presidencial, decisión que no trascendió públicamente y se mantuvo en un completo hermetismo o secreto.  

Y decisión que nunca se cambió pese a las amenazas y advertencias de la directora nacional del CD de que obligatoriamente había que votar por los acuerdos de bancada y siguiendo las instrucciones de la jefatura del Partido, mejor dicho, de Álvaro Uribe de elegir una mesa y de armar una coalición contra Quintero. 

Pero nadie ha mostrado o comprobado que haya habido un acuerdo entre los concejales de la bancada del CD, fracturada en dos bandos de a cuatro cabildantes. Mejor dicho, nunca hubo un arreglo para votar o por Molina o por Aguinaga.   

Así las cosas, se llegó a la votación de mesa directiva del Cabildo para el 2022 después de las 10:30 de la mañana. Las emociones políticas las inició el partido Conservador al postular Babinton Flórez, en su calidad de vocero de esa formación, a Lucas Cañas. Entonces si aceptó que lanzaran su postulación era porque tenía los votos y la seguridad de que iba a ganar. 

El uribista Sebastián López respondió presentando el nombre de Simón Molina, mientras que Dora Saldarriaga se autopostuló a nombre del feminismo de la ciudad. 

La tremenda sorpresa y asombro se produjo cuando el concejal Albert Corredor pidió la palabra y todas las miradas se concentraron en él. Iba a apoyar la candidatura de Molina o tenían otros planes. 

El impacto fue demoledor cuando anunció que a nombre de cuatro concejales del CD postulaba a la presidencia a María Paulina Aguinaga, lo que significaba la división del uribismo y le abría paso al triunfo del conservador Cañas, como efecto ocurrió. 

Contabilizada la votación de los 21 concejales, Cañas triunfó con los nueve votos del verde Jaime Cuartas, los conservadores Juan Ramón Jiménez, Babinton Flórez y el propio de Cañas; de los liberales Fabio Rivera, que así protege su presidencia del 2023, y Aura Marleny Arcila; por el Partido de la U, Luis Carlos Hernández; de CR y Mira, Juan F. Betancur y por el quinterismo el voto de Alex Flórez. 

Simón Molina perdió con los siete votos de los concejales del CD, Alfredo Ramos, Sebastián López, Julio González y el suyo, además de los de Carvalho, Duque y Vélez. 

Peror además de su voto a Aguinaga la apoyaron los otros uribistas Lina García, Nataly Vélez y Albert Corredor. 

Y Dora Saldarriaga sufragó por ella misma. 

Este muy llamativo e inesperado, para algunos, resultado, despertó la intensa ira uribista. Álvaro Uribe trinó inmediatamente y dijo que era mejor quedarse sin concejales, que sin principios y la directora nacional del CD totalmente desencajada amenazó con sanciones drásticas que luego materializaron en un comunicado contra los cuatro concejales que no votaron por Molina, porque nunca los tuvo en cuenta y se dedicó a hacer acuerdos sin consultar, pero quienes apoyaron Aguinaga, militante del uribismo y con ello cumplían la ley de bancadas. 

Expertos electorales conceptuaron que el Centro Democrático está metiendo todas las patitas y está totalmente errado al sancionar a los cuatro concejales porque ese partido está sometido a todas las normas que lo obligan a abrir primero un proceso con todas las garantías de defensa para esos corporados. 

Es más, si los piensan expulsar le hacen un favor a ese cuarteto, pues por todo lo que se ha trascendido que los van a echar, ellos tampoco es que quieran mucho seguir militando en esa autocrática colectividad. 

Además, ese cuarteto puede demandar al CD ante el Consejo Electoral y al Consejo de Estado por violar las disposiciones que regulan a los partidos políticos en Colombia por sus sanciones sin defensa y con disciplina para perros, toda vez que no se puede hacer solo lo que diga Álvaro Uribe, como si fuera el dueño del país. 

En la vicepresidencia primera quedó el opositor revocatorio Julio González Villa y en la segunda el muy calladito concejal Luis Carlos Hernández, integrante del mismo bloque que eligió a Cañas.