25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

En Chile no revivió Pinochet; revivieron el patriotismo y el sentido común

Martin Alonso Pinzon

Por Martín Alonso Pinzón 

Nota: El exgobernador de Bolívar y escritor cartagenero Martín Alonso Pinzón, columnista de El Universal, después de ejercer durante más de quince años la Gerencia General del Banco de Colombia en Santiago de Chile, fijó su residencia en esa capital con sus dos hijas, nietos y yernos chilenos, y allá ejerce su profesión de abogado. 

Este es su punto de vista sobre lo que pasó este domingo en Chile. 

Agradeceré a los cordiales, inteligentes y buenos ciudadanos que integran este valioso grupo hacer la correcta lectura de lo ocurrido felizmente hoy en Chile, donde la opción Rechazo obtuvo un triunfo formidable superando en más de tres millones de votos a la opción apruebo de la propuesta constitucional.  

Una lectura que no es la simplista con ausencia de la “gravita” o seriedad responsable es la que hizo el Presidente Petro en su trino al decir que en Chile revivió Pinochet. En Chile, Presidente Petro lo que revivió fue la razón, el patriotismo, el sentido común, la búsqueda de acuerdos sobre lo fundamental, la sociedad civil que defiende la democracia, pide moderación y rechaza la imposición del pensamiento único. Por todo esto, con respeto, pero con claridad le pido al Presidente Petro que es necesario cuidar el lenguaje, tener prudencia y cuidado con lo que se dice, o propone. No sólo el sino sus ministros y uno que otro embajador.  

Boric en Chile esta noche ha recogido con humildad el mensaje de las urnas, mensaje contundente que le entrega la ciudadanía cuando se dispone el joven mandatario izquierdista a cumplir seis meses de su gobierno. Un mensaje que incluye una gran derrota para él en su región nativa. Un mensaje contundente contra la amenaza del Presidente del Partido Comunista que llamó hace un par de días a sus huestes a defender en las calles el triunfo del apruebo, derrotado hoy en las urnas. Un mensaje para la acuciosa señora Bachelet que el día siguiente de su renuncia del cargo en Naciones Unidas viajó a respaldar la opción del apruebo, hoy derrotado por una abrumadora mayoría.  

Chile ofrece a Colombia la experiencia triunfante de hoy consistente en que la ciudadanía, la sociedad civil y los dirigentes políticos unidos por el bien de la Patria son capaces de derrotar la exacerbación ideológica, los conatos de imponer un único pensamiento político, los llamados a la discordia y a la lucha de clases, a desconocer los derechos de otros compatriotas, la difusión de una arcaica utopía indigenista.  

Por eso, la marcha pacífica del 26 de septiembre debe ser de tal potencia, como ha sido el triunfo del rechazo hoy en Chile, con el fin de que los mandarines reflexionen, actúen con la prudencia y hablen con la razón y la verdad, sin falacias ideológicas y sobre todo para que las reformas propuestas se examinen sin imposiciones y tengan objetivos claros y acordes con paz social, el respeto a la ley y al derecho y promuevan el crecimiento con justicia, sin permitir la violencia ni el ultraje y agresiones contra nuestras fuerzas militares. 

Los colombianos como los chilenos queremos vivir en paz sin impunidad, en democracia y libertad y con progreso social y económico.  

Ese inmenso sentimiento que hoy recorre el país debe manifestarse pacíficamente el 26 de septiembre de modo multitudinario. Que así sea para bien de la democracia colombiana.