
Por Eduardo Aristizábal Peláez
Cerca de 200 periodistas han sido asesinados en los últimos 87 años en Colombia, como resultado de sus denuncias en el ejercicio de su trabajo profesional.
Hoy domingo 7 de septiembre, estamos recordando a uno de tantos colegas que han caído como víctimas de las balas asesinas de los delincuentes, en el cuadragésimo primer aniversario de su muerte, el vallecaucano Lides Renato Batalla y lo hacemos como un sencillo, pero sentido homenaje a todos los periodistas que han sido silenciados por los bandidos.
Lides Renato, periodista y locutor, Director del periódico La Batalla y locutor de Radio Buenaventura de Todelar, fue asesinado por desconocidos al frente de su casa, el 7 de septiembre de 1984. Realizaba investigaciones sobre corrupción administrativa y tráfico de drogas en el puerto bonaverense. También expuso varios casos de corrupción por parte de Jesús Jori Valencia, en ese momento comandante del Departamento de Bomberos de la ciudad.
Su asesinato se dio aproximadamente dos meses antes de que ocupara el escaño que había logrado como concejal del municipio. Fueron vinculados al proceso Carlos Arturo Velásquez Perea, alias El Cholo y a Alfonso Bedón alias El Calvo, como autores materiales, pero nunca se consiguió la captura de los determinadores, autores intelectuales.
He aquí una breve reseña de algunos casos emblemáticos de periodistas asesinados por ejercer su profesión. La historia del periodismo colombiano está marcada por el coraje de quienes han ejercido su oficio en contextos de violencia, corrupción y conflicto armado.
Desde 1938, más de 175 periodistas han sido asesinados en Colombia por causas directamente relacionadas con su labor informativa.
Aquí presentamos una breve reseña de algunos casos emblemáticos. Empezamos con la primera víctima de las reacciones irracionales. Eudoro Galarza Ossa – 1938, Manizales- Director de La Voz de Caldas, fue asesinado por un teniente del ejército tras respaldar una denuncia sobre maltrato militar. Su caso fue emblemático por la impunidad que lo rodeó.
Carlos Ramírez París -1977, Cúcuta- Director de Radio Guaymaral, murió tras ser golpeado por miembros de la Policía. Su asesinato ocurrió cerca del Departamento de Policía.
Silvio Emilio Quiñónez -1979, La Dorada- Fundador del diario El Chanchullo, dedicado a denunciar corrupción administrativa. Fue asesinado por un auditor del Instituto Nacional Dorada.
César Augusto López Arias -1979, Pereira- Corresponsal del diario El Tiempo y director regional de Caracol Radio. Fue asesinado mientras mediaba en un secuestro. Su muerte fue inicialmente atribuida a mafias del narcotráfico.
En los últimos años, al menos 15 periodistas han sido asesinados, y se han registrado 944 amenazas, 271 agresiones físicas, 39 desplazamientos forzados y 5 secuestros.
En la lista de los departamentos más peligrosos para ejercer el periodismo se incluyen Cauca, Nariño, Putumayo, Norte de Santander y Arauca.
El informe La Palabra y El Silencio del Centro Nacional de Memoria Histórica documenta 152 asesinatos entre 1977 y 2014, muchos de ellos en emisoras y periódicos regionales.
Estos periodistas fueron silenciados por denunciar corrupción, violencia o injusticias locales. Posteriormente las estadísticas han aumentado. El flagelo, no para.
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