Más allá del tema político y jurídico de fondo, hubo muchos comentarios ayer respecto al extenso video de casi 40 minutos que publicó ayer el senador y excandidato presidencial Gustavo Petro tratando de explicar las imágenes en donde aparece, según él en 2005, recibiendo varios fajos de billetes de un amigo suyo y copartidario, Juan Carlos Montes(foto), para la financiación de su campaña electoral, caso este que lo tiene en el ojo del huracán.
“…Petro es costeño y por momentos pareciera estar cronicando, muy al estilo del realismo mágico, toda la historia, con voz y tono impostados para darle más carga emocional a la ocasión, que bien podría servir para una película porque tiene todos los ingredientes de una novela cliché: un mártir (el político que alega su inocencia y culpa a la oligarquía y los violentos de perseguirlo); una historia de amor (relata cómo se conoció con su segunda esposa y por qué tiene relevancia en la historia), hechos inesperados (su mejor amigo lo grabó recibiendo la plata), misterio y complot (acciones de espionaje y hackeo), también de aventura situacional (la historia del volvo desbaratado recorriendo las trochas de Sucre), el drama (amenazas y quiebra económica por los embargos)…”, dijo ayer un veterano exsenador de la región Caribe en diálogo informal con EL NUEVO SIGLO.
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