
• Antioquia, Caldas y Risaralda son los departamentos con mayor consumo de vapeadores en Colombia, alcanzando hasta un 14% de la población escolar de estos departamentos
• El hábito inicia desde los 12 años, aumentando riesgos en etapas tempranas.
• Expertos advierten que afecta boca, corazón, cerebro y riñones, y refuerza la adicción a la nicotina.
El vapeo se ha convertido en un grave problema de salud pública que preocupa cada vez más a autoridades, familias y comunidades educativas.
En Colombia, Antioquia, Caldas y Risaralda encabezan los índices de consumo, lo que alerta a especialistas que ven cómo este hábito se consolida entre niños, jóvenes y adultos.
Lo más alarmante es que el uso de vapeadores suele comenzar desde los 12 años de edad. Según cifras del Ministerio de Salud, en 2022 el 22,7% de los escolares ya había consumido cigarrillo electrónico o vaporizador alguna vez en su vida, con un porcentaje mayor en mujeres (23,2%) que en hombres (22,1%).
“El vaper es la nueva forma de fumar y la mayoría de las personas creen que es menos nocivo que el cigarrillo tradicional, pero es un gran mito. La adopción del vapeo es un grave problema de salud pública que requiere acciones urgentes de autoridades, instituciones educativas y familias”, advirtió Maryorieth Rojas Pérez, odontóloga y magíster en Salud Pública, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIMINUTO Antioquia – Chocó.
Los químicos que ingresan al organismo a través del vapeo tienen efectos directos en órganos vitales: en la boca generan inflamación de encías y pérdida de dientes; en el corazón aumentan el riesgo de problemas cardíacos; en el cerebro disminuyen la capacidad de concentración y aprendizaje; y en los riñones producen deterioro progresivo.
A esto se suma el daño en quienes inhalan las micropartículas de humo de manera pasiva, generando irritación en las vías respiratorias.
“Los cigarrillos electrónicos contienen altos niveles de nicotina. Mientras una persona puede fumar entre 1 y 3 cigarrillos convencionales al día, con el vapeo es común realizar entre 20 y 30 inhalaciones, lo que multiplica la absorción de nicotina y refuerza la adicción”, explicó la decana.
Aunque en Colombia ya existen regulaciones que limitan la publicidad y prohíben su uso en menores de 18 años, el consumo sigue en aumento.
En 2025, además, se estableció la restricción del vapeo en lugares cerrados como universidades y colegios.
Desde UNIMINUTO Antioquia – Chocó, la apuesta es educar y sensibilizar sobre hábitos de vida saludables, con el firme propósito de prevenir que más jóvenes caigan en esta adicción.
“El vapeo no es una moda saludable, es nocivo para la salud, deja secuelas irreversibles y, en muchos casos, no tiene cura”, concluyó la experta.




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