Hemos tenido un diciembre y puente de enero con múltiples dificultades en la movilidad del Suroeste.
El pedacito que prometieron entregar, de apenas 1.7 kilómetros nunca llegó y en la parte en que desemboca justo al frente de Carcafe tiene inmensos huecos, es estrecha y seguirá siendo un paso de mucha dificultad.
Pero mucho más que eso, se sigue aplazando sin justificación alguna la construcción de un peaje adecuado a la circulación de la vía que tenga más carriles y algunos de ellos con pago electrónico, no con caseticas para exponer la vida de las empleadas como hoy se hace. ¡Dios las proteja!
Y qué decir de la zona de las areneras, donde no hay absolutamente nada de ampliación en cerca de 1.500 metros.
Todos estos días en la bajada a la Sinifaná y en el paso por los restaurantes El Camionero y El Mañanero hemos visto cómo nadie cumple las normas. En el primero, camiones articulados circulando en horario restringido, generando un caos total en la movilidad y en el segundo, un taco inmenso por los carros parqueados a lado y lado. Y la Policía de carreteras escondida, no se da cuenta o simplemente les da pereza hacer los controles respectivos.
Otro punto caótico es entre Primavera y la primera carbonera. Hay dos huecos por arreglar hace días y la concesión dice que no es de ellos, INVIAS no los arregla, la ANI no sabe de qué le hablan y la Gobernación tampoco resuelve.
Mauricio Millán, gerente de Covipacifico, somos cuatrocientos mil habitantes del Suroeste que día a día padecemos sus desaciertos.
¡Policía de Carreteras, aparezca, pero hagan los operativos donde hay que hacerlos!
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