El Salario de los maestros: muy mal en todo el mundo 

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. (foto) 

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Preguntar si los maestros están bien pagados, sería inquirir sobre lo obvio: los maestros en cualquier lugar del mundo deben ser y estar bien pagados, pero en todos los ápices con tres excepciones no lo están.  Su salario profesional y condiciones laborales no se compaginan con las de otros profesionales que tienen también ante la sociedad  responsabilidades y roles sociales de alta significación.
No existe una profesión que tenga en su desempeño y resultado tanta visibilidad en la comunidad que el trabajo cotidiano que realizan los maestros, entre otras, por la simple razón de que los padres de familia de los alumnos viven a diario el progreso o las dificultades que experimentan sus hijos y, además, porque hay un componente de inversión pública (y también privada) con base en la cual se esperan positivos resultados escolares. Los niños son enviados a las escuelas para que aprendan, para que progresen personal y socialmente. La expectativa de positivos logros escolares que mantienen los padres de familia, gobernantes, legisladores, sectores productivos y la sociedad en general, crea la expectativa de que se cumplan a cabalidad los procesos formativos, un interés legítimo que se manifiesta en el concepto y la exigencia de «calidad de la educación». Este es un concepto que, en términos operativos, sobrelleva una complicación, ya que lo que se entiende por esa «calidad» está recorrida por la presencia de múltiples concepciones ideologizadas sobre la misma y por el pleno desconocimiento de los muchos factores que se asocian a ella, que se precisan fortalecer para que ella se cristalice acorde con las bien justificadas expectativas sociales.  

Es entendible que padres de familia y la sociedad en general, clamen por una educación de calidad, por resultados visibles, que se demande por la eficiencia en la inversión de los recursos públicos invertidos. Pero, existe un hecho contradictorio: la presencia de la constante creciente financiación deficitaria de la educación pública. No basta la exigencia sobre el adecuado empleo de los recursos monetarios, sino que se requieren condiciones especiales específicas para lograr satisfacción laboral de los maestros, entre ellas el adecuado salario y el reconocimiento social de su valía y de la profesión. Con esas condiciones satisfechas, se favorecerá el interés de muchos jóvenes para ingresar a esta profesión, a muchos otros para permanecer en ella y, a todos, la motivación creciente y permanente para enseñar y lograr que sus estudiantes alcancen, con los debidos, actualizados y pertinentes procesos formativos, las metas sociales asignadas a la educación. Existe un inmenso déficit de maestros. LA UNESCO ha señalado que el: «Mundo necesita casi 69 millones de nuevos docentes para cumplir con los objetivos de Educación de 2030» (https://rb.gy/cwgrfb), pero la profesión ha decaído entre las preferencias de los jóvenes, entre otras razones por la reducida valía social que la sociedad expresa frente a la profesión y  por los muy bajos salarios en todo el mundo.  

Se puede hacer una comparación de los salarios de los maestros en distintos países, pero en la comparación resulta bastante difícil equiparar unos con otros, debido a que los ingresos se precisan asociar, entre otras variables, a condiciones sociales comparables, al costo de vida en los distintos países y regiones dentro de estos. Así, no hay una comparación directa de los ingresos laborales de maestros, por ejemplo, entre los de Zúrich en Suiza, ciudad que tiene un costo de vida bastante alto, con los ingresos correspondientes a un maestro en Guajupa, población en medio de las planicies caribes de Colombia. Las comparaciones realizadas se verán afectadas por los índices de inflación, la variedad de tasas de cambio de las monedas, los subsidios de diversa índole, los beneficios extrasalariales legales, primas, bonos y similares.  También contribuyen a la dificultad de comparación directa el aumento del costo de vida, el cual degrada el salario de los maestros y su calidad de vida, además de que, para su desempeño profesional, se encarece una variedad de recursos y herramientas, entre ellas el acceso a Internet y recursos informáticos, los que es habitual que lo paguen los maestros con su propio peculio. 

Con datos de la OCDE de 2020 (https://rb.gy/zwtila) entre los 37 países de esa organización, Luxemburgo es el que más paga a los maestros con US $70.300 anuales, alcanzando los US $102.600 tras 15 años de experiencia. Entre los países de la OCDE en las Américas, el más alto pago se da en Costa Rica con US $42.200 anuales, el cual alcanza US $48.800, después de 15 años de labores, seguido por Colombia, en donde, tras los mismos quince años de experiencia, tienen un salario anual de US $38.700. (Estas y demás cifras, en este escrito, se refieren a salario promedio).
Información que muestra algún contraste con la siguiente: Los maestros en Colombia y Bolivia tienen los sueldos más bajos, con valores mensuales entre US $259 y $1056 y US $272 y $ 1017 (https://rb.gy/rly0xm). En Argentina, con 40 horas de trabajo a la semana, el salario es de US $570 hasta US $769, tras 24 años de experiencia. En Brasil, son US $737 por 40 horas semanales; en Chile, con 35 horas semanales, la asignación es de US $860; en Ecuador, jornada laboral de 30 horas semanales, por US $530; en Perú son US $516. En México US $307 por 25 horas.  En el caso de los Estados Unidos: «A la mayoría de maestros de EEUU el sueldo no les alcanza ni para la renta. Un estudio de USA Today revela cómo los salarios de los docentes son tan bajos que no pueden pagar el alquiler o la hipoteca en la mayoría de ciudades. A esto se añade los altos niveles de deuda estudiantil y deuda médica que deben sobrellevar muchos». (https://rb.gy/vnlovq). 

La mayor parte de los maestros en el mundo reciben un pago que es un menor que el costo promedio local de bienes y servicios. Usando como criterio del PIB (Producto Interno Bruto), como medida del costo total de bienes y servicios, se encontró que cerca del 93% de los maestros en el mundo ganan por debajo del promedio del costo de bienes y servicios en sus respectivos países.  Andrew Lynch, director de «Teaching Abroad Direct» generó un índice de «Salarios de los Maestros en la Enseñanza», en el que se compara el ingreso salarial promedio de los maestros según el costo de vida en el respectivo país.  (https://rb.gy/07fczthttps://rb.gy/cuspfb).  En la Tabla a continuación, se puede observar la comparación de algunos países:  

Se puede observar que sólo cinco países, de 100 analizados, permiten al maestro un porcentaje de ingresos por encima del costo de vida: Costa de Marfil, China, Marruecos, Suiza y Alemania, a los que se suma Turkmenistán que iguala el salario con el costo de vida. 

(Cuadro salarial) 

                          Salario Promedio Anual Contratado con Costo de Vida 

                                                                 Fuente: https://rb.gy/07fczt. 

En el lado negativo están todos los demás, se destacan algunos con los valores entre paréntesis que indican el porcentaje del salario pagado por debajo del costo de vida: Japón (-49%), Italia (-26%), Estados Unidos (-14%), Francia (-12%), Canadá (-10%), Australia (-9%), Colombia (-75%), Argentina (-92%) y Venezuela (-98%). Sobresalen, también por lo negativo, los países nórdicos, a los que con frecuencia se les marca con un halo positivo en sus servicios educativos:  Noruega (-42%), Dinamarca (-33%), Suecia (-29%) y Finlandia (-8%). (El lector puede ver los datos de los 100 países aquí: https://rb.gy/07fczt). 

Así mismo, es obvio que la remuneración no es el único factor que se asocia con la satisfacción del maestro con su trabajo y con los logros de los estudiantes. En general, se da en todo el mundo una insatisfacción creciente de los maestros con su salario y con la profesión, y un número cada vez menor de personas con la decisión de ingresar a esta profesión.