25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El responsable del detrimento patrimonial en Hidroituango

Jose Hilario Lopez

Por José Hilario López

Es evidente que en la ejecución del contrato BOOMT para la construcción y operación de Hidroituango, EPM es el único y verdadero contratista de Hidroituango S.A, el dueño del proyecto.  

Tal como se analizó en mi libro “Hidroituango, desafíos y amenazas” (Ediciones UNAULA, 2021), la causa raíz del accidente de obra, el colapso de la Galería Auxiliar de Desviación (GAD) que creo la contingencia del megaproyecto, se encuentra en las actuaciones gerenciales de EPM y no en sus subcontratistas (Diseñador-Asesor, Interventor y Constructor). La causa raíz física del colapso de la GAD ha sido objeto de múltiples hipótesis, ninguna de ellas demostrada hasta el momento, tal como lo señalé en mi reciente artículo (https://jhilariolopez.medium.com/lo-que-no-se-ha-develado-sobre-hidroituango-7b02cce2e856). 

Un pequeño repaso de los hechos: Ante los retrasos en la construcción de los dos túneles originales de la desviación (TOD), fue EPM quien, como responsable de Hidroituango y de la no llegada a tiempo de las compuertas, ordenó adelantar el Sistema Auxiliar de Desviación (SAD), que, entre otras, incluyó: desviación del río Cauca por los TOD, sin haber previamente instalado las compuertas, como se requería y como lo especificaba el diseño original del proyecto. Esta decisión necesariamente conllevaba la construcción de la GAD y el posterior taponamiento de los TOD. En estas condiciones, la desviación del río Cauca, y por tanto la seguridad de la presa, por entonces en etapa de construcción, iba a depender de un sólo túnel (la GAD), cuando en los diseños originales se disponía, se construyeron y se operaron por más de dos años dos túneles (los TOD). 

Lo que pasó ya es historia. Ahora todo el empeño radica en salvar a Hidroituango y permitir a EPM cumplir con los compromisos adquiridos con la CREG y con el Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que, para mi leal saber y entender, debería ser un propósito nacional, que la Contraloría General de la República (CGR) parece no compartir. 

Así las cosas, nadie entiende la razón por la cual la CGR en su reciente fallo por detrimento patrimonial en la ejecución de Hidroituango, en primera instancia, exonera de toda responsabilidad a EPM y, en su lugar inculpa a sus subcontratistas. Actuación ésta que pone en riesgo la continuidad del proyecto y, con ello, la seguridad del sistema eléctrico nacional, a lo cual se agrega la pérdida de la reputabilidad de la ingeniería nacional, así como el incierto futuro que le espera a las prestigiosas empresas de la ingeniería nacional vinculadas a Hidroituango (https://jhilariolopez.medium.com/los-peligros-del-fallo-de-la-contralor%C3%ADa-26883b58bd59). 

Repitámoslo: Las afectaciones al SIN pueden generar un racionamiento eléctrico a partir de 2024 y la pérdida de un gran activo nacional, como son las firmas de ingeniería involucradas en el fallo de la CGN y, en general de la reputabilidad de nuestra ingeniería, tanto a nivel interno como internacionalmente. 

Si la CGR hubiese responsabilizado a EPM, como debió haberlo hecho, las empresas podrían haber considerado tres opciones: a primera sería buscar la manera que la aseguradora le pagasen y así cerrar el caso. La segunda opción sería pagar por el detrimento patrimonial, como responsable de las decisiones tomadas y la tercera, como ya lo hizo, demandar a sus subcontratistas. 

La demanda de la CGN a los subcontratistas por 4.3 billones de pesos no va a producir ningún efecto favorable al fisco. A cualquiera de ellos una demanda de ese tamaño “le da varias vueltas a su patrimonio y quedan debiendo”. Camargo Correa, la de mayor solidez patrimonial, tiene todos sus activos en Brasil. 

Si la CGR confirma su demanda en segunda instancia, los subcontratistas y personas demandadas muy seguramente se van a proteger vía ley de insolvencia; además quedarían inhabilitados para seguir cumpliendo con sus compromisos contractuales con EPM. Así las cosas, le queda expedito el camino a EPM para una contratación directa con nuevos subcontratistas, que se tomarán su tiempo para instalarse y familiarizarse con la obra, que los expertos estiman, como mínimo, en un año. De llegar a esta eventualidad, Hidroituango no empezaría a generar, en una primera etapa, durante 2022, como se había previsto, y la espada de Damocles seguiría alzada: una eventual falla del vertedero funcionando de manera continua por más de 5 años, canal este por el cual está circulando todo el caudal del río Cauca, condición ésta para la cual nadie está en capacidad de asegurar su estabilidad y cuya falla significaría la falla de la presa, el mismo riesgo a que estuvo expuesto el país a raíz del colapso de la GAD en abril de 2018, que milagrosamente se logró superar mediante un gran esfuerzo de EPM y sus subcontratistas. 

P.D: Jahv MacGregor, por encargo de EPM, realizó una Auditoría Forense a Hidroituango, cuyo informe fue entregado el 20 de diciembre de 2020. Este informe no lo conoce ni siquiera la Junta Directiva de EPM, tal como lo reclama el ingeniero Omar Flórez y miembro de dicha junta, en una carta del pasado 6 de octubre, dirigida a la señora secretaria del ente autónomo. Por mi parte, acabo de radicar un derecho de petición ante EPM para que se me entregue el referido informe de auditoría, documento que me propongo evaluar y, de ser posible, divulgar.