Por Carlos Mario Restrepo Tamayo
Con ocasión de los 40 años del Holocausto del Palacio de Justicia por miembros del movimiento subversivo M19, el magistrado Octavio Augusto Tejeiro Duque, presidente de la Sala Especial de Juzgamiento de la Corte Suprema de Justicia, fue entrevistado hoy domingo por los periodistas de la FM, en la cual manifestó que las investigaciones que se han adelantado hasta ahora, están muy cerca de llegar a la verdad y a renglón seguido manifestó que en realidad no se conoce y lo más seguro es que nunca se conocerá la verdad.
Es una cuestión elemental de lógica y de sentido común. Si no se conoce la verdad y nunca se conocerá, como puede aseverar que están cerca de llegar a la verdad.
Cómo puede decirse y en boca de un magistrado de su trayectoria un contrasentido de esta naturaleza.
«LA VERDAD NUNCA SE CONOCERA – PERO LAS INVESTIGACIONES ESTAN MUY CERCA DE LLEGAR A LA VERDAD».
«Las cosas no pueden ser y no ser al mismo tiempo».
Por eso es que muchos fallos emitidos por los honorables magistrados de las altas cortes nos dejan totalmente desconcertados convirtiéndose en muchas veces en exabruptos jurídicos, inclusive desconociendo jurisprudencia vinculante
Muy mal que estamos. Qué esperanzas pueden tener los ciudadanos de a pie, al serles violados sus derechos legales y constitucionales, cuando escuchan a magistrados encargados de administrar justicia saliendo en medios de gran sintonía a pontificar haciendo este tipo de elucubraciones o conjeturas sin ni siquiera sonrojarse al mejor estilo del galáctico presidente Gustavo Petro. ¿Será que ese mal es contagioso y se está convirtiendo en una nueva pandemia mental?
Después nos sorprendemos y nos quejamos del reciente fallo de la juez Liliana Heredia Aranda en contra del presidente Alvaro Uribe Velez, en buena hora corregido por el Tribunal Superior de Bogotá.


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