23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El poder de la palabra: El tren del río, un motor de desarrollo sostenible

Por Luis Fernando Suárez V.  

Gobernador encargado de Antioquia 

Como hemos insistido en diversos escenarios, seguimos convencidos en la necesidad urgente de revivir el ferrocarril como un proyecto de múltiples dimensiones para la región, que en su primera etapa hemos denominado el Tren del Río. Se trata, sin duda, de un proyecto de movilidad sostenible, que significa un impulso enorme a la reactivación económica del departamento y especialmente del Valle de Aburrá. 

Hoy, cuando está más cercana la realidad de las autopistas de cuarta generación que van cambiando el mapa del departamento, cuando avanzamos a buen ritmo la construcción del Túnel Guillermo Gaviria Echeverri que será el más largo de su clase en el continente y nos conectará con un mar de oportunidades, cuando vemos con mayor claridad el sistema de tren ligero en la carrera 80 de Medellín, podemos decir con certeza que está despejado el camino del mejoramiento de la infraestructura de Antioquia, que representa una movilidad más amable en el Valle de Aburrá y una mejor conexión con el resto del departamento. 

En ese escenario es de trascendental importancia el Ferrocarril de Antioquia que tiene como propósito conectar la red central con la red del Pacífico, un proyecto de interés estratégico nacional que permitirá unir los dos mares y generar un eje sinigual para la competitividad del país. Un hilo de conectividad y desarrollo en el área más poblada del territorio nacional y en la que se concentra, como es lógico, la producción de bienes y servicios.  

Por eso nuestra reiterada insistencia al Gobierno Nacional para que comprometa los recursos necesarios para impulsar el Tren del Río como el primer paso para la reactivación del Ferrocarril de Antioquia, que en el Plan Maestro Ferroviario hace parte del tramo dos como un tren de cercanías de 63 kilómetros para unir a los 10 municipios del Valle de Aburrá. Hablamos del mayor centro poblado del departamento con cerca de cuatro millones de habitantes que se beneficiarán con un proyecto de movilidad sostenible y amigable, que le aporta a la necesidad urgente de reconvertir los medios de transporte con tecnologías limpias, de cero emisiones y eficiencia ambiental. Un proyecto totalmente coherente con la declaratoria de emergencia climática que hizo el departamento en febrero de 2020. 

Además, es un proyecto que atiende la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de sistemas de transporte público masivo con calidad y eficiencia para contribuir a la solución de los problemas ambientales en los centros poblados, y reducir de esa manera las graves afectaciones en la salud pública que se derivan de la mala calidad del aire, la congestión y la accidentalidad, entre otros. 

Nos asiste la convicción de que el Tren del Río es un motor de desarrollo sostenible y una oportunidad inmejorable para la generación de empleo y la dinamización de la economía. Sin embargo, entendemos la dificultad que representa su financiación por lo que se ha estructurado en dos etapas para facilitar su desarrollo y motivar el concurso de las partes interesadas. La primera etapa de 46,5 kilómetros entre Medellín y Barbosa será un complemento de la línea A del Metro con la que operará de manera articulada. La segunda, de 16,5 kms conectará a Medellín, desde la Aguacatala, con los municipios del sur metropolitano. 

Los cálculos indican que en la primera etapa del proyecto se generarán más de 4.300 empleos directos y unos 17.300 indirectos, sin lugar a dudas un motor de sostenibilidad ambiental pero también una fuente de ingresos y de puestos de trabajo en donde más se necesita y cuando más se requiere.  

Como todos los proyectos significativos para la región, este ha sido impulsado desde hace años, no obedece al capricho ni la obsesión del momento. Está incluido en el POT de Medellín desde 2014 y fue declarado como hecho metropolitano en 2018. Además, está enunciado en los planes de desarrollo de Medellín y Antioquia y en el Plan Maestro Ferroviario de 2020. Como todos los proyectos importantes, demanda el compromiso de todos los niveles del Estado y de varios gobiernos. 

Así es como hemos construido en la ciudad y el departamento, desde la unidad y el compromiso colectivo. Por eso fue posible el Metro y se han hecho realidad sus desarrollos como la extensión al sur, los cables aéreos, el Metroplús y cada hito que significa un avance para nuestra región. Por eso confiamos en que ocurrirá lo mismo con el Tren del Río, que un día nos llenará de orgullo y de satisfacción a todos.