19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El pensamiento obtuso en la clase política colombiana

 

Por Claudia Posada (foto)

Aunque la Educación, como transversal a todos los campos de desempeño del individuo en la sociedad, sea mirada por algunos representantes de la clase política colombiana, más como un embeleco de algún mandatario de turno, que como la única forma de propiciar la equidad y la futura empleabilidad de los jóvenes, se llegó el momento de emprender el camino despejado hacia una posición y manejo muy distintos, con respecto a esta prioridad.

Sea por lo obtuso de un pensamiento anquilosado en la mayoría de la clase política colombiana, o bien porque sus temores al posicionamiento de otro tipo de dirigentes, no han aceptado la realidad que no requiere mucha argumentación, en todo caso es decepcionante que los deberes que les corresponden, sean suplantados por afanes personales.

Centrándonos nada más en opiniones consultadas por los medios a partir del hecho conocido como “la multa a la empanada”, descubrimos cómo, personajes de la vida pública, afianzan un enfoque totalmente erróneo del porqué se presentó lo sucedido.

No es de extrañar las condiciones de desigualdad en Colombia, mientras se ignore o desestime el valor de la Educación. Simplemente limitarse a defender el recurso de las ventas estacionarios en espacio público, como “el rebusque del sustento” porque esa es, dijeron, “la realidad del país”, da grima. No tienen capacidad de discernir más allá de una situación “anecdótica”. (Lea la columna).