20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El padre de Roux y la verdad

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Comienzo por confesar que siempre me despertó recelos el comportamiento de Francisco de Roux en la llamada Comisión de la Verdad por su reconocida cercanía a ciertos movimientos guerrilleros y porque nunca ha sido claro en la condena que a priori debió establecer respecto a toda forma de humillación hacia un ser humano, humillación que aún persiste en el presente. Me refiero a Pablito y al ELN.  

Una Comisión de la Verdad cuyas funciones están dictadas por el bien común prioritariamente exige la presencia de los espíritus moralmente más  calificados (as) para que la aclaración de los hechos donde murieron 200.00 personas sea objetiva en tanto no olvide que el rescate de cada víctima sólo tendrá validez si se hace desde la perspectiva de los valores de la civilización y para no convertir en simulacro  mediático el juicio a los culpables.  

Por consiguiente en el caso de un juicio a las FARC lo primero que ha debido hacerse fue condenar  explícitamente y ante la opinión mundial lo que este modelo de proyecto estalinista –ya juzgado  y condenado por jueces e historiadores en el mundo entero- ha supuesto para la sociedad  colombiana a la cual trató de destruir con repetidas e inconcebibles demostraciones de barbarie.     

¿Quién realmente le ha venido atravesando grandes palos al Proceso de Paz? Las fugas de Márquez y el Paisa, Padre de Roux, Dr Cifuentes constituyen el atentado más grave a este proceso poniendo en peligro además la estabilidad de toda la Región. De manera que no se debe distraer a la opinión pública de lo que debe ser su tarea de permanente vigilancia sobre lo que cada día se va poniendo al descubierto: 18.000 niños y niñas sacados de sus familias por la fuerza, violados, fusilados reclutados, tal como lo ha dado a conocer el alucinante informe de la JEP es un documento que reclama de nosotros una urgente reacción moral para exigir el castigo inmediato de sus autores.  

¿Qué ha sucedido después de conocer por un anterior informe, que también las FARC habían reconocido su autoría en 32.00 secuestros? Los responsables de estos crímenes de lesa humanidad son entrevistados por periodistas que al concederles protagonismo están creando una deliberada confusión sobre lo más importante: la condena de la ideología que los llevó a cometer estos delitos. Dar únicamente cifras en una rueda de prensa  anunciando que se citará a 26 Comandantes para que den una “explicación” sobre estas atrocidades es tratar de desvirtuar una Verdad que no puede ser controvertida ya que estos  Comandantes no son los directos responsables de estos reclutamientos sino  anónimos y analfabetos guerrilleros que recibían órdenes del Comité Central del Partido Comunista que consideró correctas estas metodologías de exterminio que deben ser incluidas en el “Libro negro sobre el comunismo” 

 Banalizar mediáticamente el mayor atentado que en Latinoamérica se haya hecho contra una sociedad y sus instituciones es una forma solapada de tratar de que no se cumpla la tarea de visibilizar a los verdaderos responsables.  

De Roux ha pedido plazo hasta julio del 22 para hacer lo que no ha hecho pero un impedido moral que no ha sabido distinguir entre el bien y el mal – como lo demostró en el caso de Bojayá- no puede estar capacitado para la búsqueda de la verdad en el caso concreto de las responsabilidades directas de la dirigencia de las FARC y el PCC. 

No se puede ser tolerante, lo he repetido, con los intolerantes pues como recuerda Aurelio Arteta esa  tolerancia que acaba por tolerarlo todo finalmente  termina por convertirse en una expresión  de barbarie.