24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida: ¿En dónde se ubica tu vida aquí en la tierra?

 

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

Ninguno de nosotros tiene muchos años para vivir, no podemos llevarnos nada cuando nos vayamos, debemos ser ahorrativos pero sin sacrificar nuestro bienestar.

Gasta el dinero que deba ser gastado, disfruta lo que deba ser disfrutado, dona lo que te sea posible. No te preocupes de lo que pasará cuando te hayas ido, porque cuando te vuelvas polvo, no sentirás si te alaban o critican. El tiempo para disfrutar la vida es en este mundo y la riqueza que tan difícilmente ganaste debes gozarla. No te preocupes por tus hijos, porque ellos tendrán su propio destino. Cuídalos, ámalos, consiéntelos, pero también disfrútalos mientras puedas. La vida debe tener más cosas que trabajar desde la cuna hasta la tumba. No esperes mucho de tus hijos. Los hijos que se preocupan por sus padres, también están ocupados con su trabajo y sus compromisos, con su propia vida.

Muchos hijos no se preocupan por sus padres, pelearán por sus bienes aun estando vivos y desearán que pronto dejen esta vida para poder heredar sus propiedades y riquezas.

Para los que ya tienen 65 años o más, no intercambien su salud por la riqueza trabajando demás, no sea que caven una temprana sepultura. De 1000 hectáreas de arroz solo puedes comer 3/4 de taza diariamente, de 1000 mansiones, solo necesitas 8 metros cuadrados para descansar por las noches. Así que, siempre y cuando tengas suficiente alimento y dinero para gastar, no necesitas más, es suficiente.

Debes vivir feliz. Cada familia tiene sus propios problemas.

No te compares con otros midiendo tu fama y estatus social, o para ver los hijos de cuál tiene más éxito, etc. En lugar de eso reta a otros a que logren la felicidad, la salud, el gozo, la calidad de vida y el vivir más tiempo.

Acepta las cosas que no puedes cambiar, si te preocupas demasiado puedes estropear tu salud. Debes crear tu propio bienestar y encontrar tu propia felicidad. Siempre y cuando tengas buen estado de ánimo, buena disposición haciendo las cosas que te divierten y alegren diariamente, así vivirás días felices.

Un día sin felicidad es un día que pierdes. Un día vivido felizmente es un día ganado. Teniendo buen ánimo la enfermedad se curará: teniendo un espíritu  alegre la enfermedad se curará más rápido, manteniendo muy en alto el ánimo siempre con alegría, la enfermedad nunca se acercará.

Con un buen carácter, el adecuado ejercicio, alimentos sanos y un consumo razonable de vitaminas y minerales se espera que tengas otros 20 o 30 años de vida saludable y placentera.

Pero sobre todo aprende a apreciar la bondad en todo.

Familia, amigos… ellos te harán sentir joven, a revivir los buenos momentos y los pasajes interesantes de tu vida.

Dicen que en la vida el que pierde el techo gana las estrellas. Y es así.

A veces pierdes lo que no querías, pero conquistas lo que no imaginaste.

No todo depende del tiempo, sino de la actitud. El tiempo es como el agua de un río, nunca podrás tocarlo dos veces, porque ya pasó y nunca pasará de nuevo, aprovecha cada momento de tu vida y recuerda: nunca te fijes en la apariencia, porque esta cambia con el tiempo.

No busques a la persona perfecta, éstas no existen. Busca por encima de todo, a alguien que reconozca tu valor. Ten 4 amores: Dios, la familia, los amigos y la vida. Dios porque es el dueño de la vida, la vida porque es corta, la familia porque es única, y los amigos porque son escasos.