29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida: Decálogo anti-amargura

 

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

-No te quejes: La gente más fuerte no se queja nunca, una cosa es tratar de mejorar las cosas, y otra lamentarse por no tener lo que deseas.

-Prohibido terribilizar: la terribilitis es la enfermedad del siglo XXI. Consiste en decirse a uno mismo: si me echan del trabajo será terrible, será el fin del mundo.

-«Necesitas muy poco para ser feliz: cada día necesito menos cosas y las pocas que necesito las necesito muy poco». San Francisco de Asís.

-Cuida el dialogo interno: no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede.

-No exijas nada a nadie: una fuente de problemas es decirte a ti mismo que todo el mundo te trate bien todo el tiempo.

-Cuídate: ocúpate de ti mismo, para luego hacer felices a los demás.

-Utiliza el humor, y el amor frente a la locura de los demás. Si tu pareja se sale de los nervios, dale besos, y hazle bromas, pero no discutas en caliente.

-Disfruta del trabajo: Hacemos demasiadas cosas por obligación cuando deberíamos únicamente disfrutar de la vida, haz todo en modo de diversión.

-Quererte incondicionalmente. La mejor autoestima está basada en quererse a uno mismo.

-Quiere incondicionalmente a los demás: cuando alguien hace algo malo es por desconocimiento o por locura, en el fondo el niño que llevas dentro es maravilloso. Según Rafael Santambre

EL BAÑO FORESTAL-EL BAÑO CURATIVO

Está científicamente comprobado que el baño forestal mejora la salud.

Japón lanzó un programa nacional de salud de SHINRIN-YOKU en 1982 (que significa pasar má tiempo alrededor de los árboles, sin correr ni entrenar, solo contemplación tranquila cerca de los arboles). Japón ha estado estudiando los efectos físicos y psicológicos del baño forestal.

No solo se trata solamente solo de aire fresco, los árboles emiten aceites como protección contra germines e insectos, estos aceites llamados PYTHONIDES ayudan a nuestro sistema inmunológico. Los estudios encontraron que los bosques bajan nuestra presión arterial, los latidos del corazón, y reducen las hormonas del estrés. Los baños forestales reducen la depresión y aumentan la energía cuando algunos habitantes de la ciudad se unen a los clubes de baños de bosque. Los bosques son un bálsamo para los niños de la ciudad y para aquellos que quieren escapar de la tecnología. El contacto con la naturaleza mejora realmente nuestro bienestar.