29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

Por Luis Carlos Correa Restrepo

UN JUDÍO SOLICITANDO UN CRÉDITO

Buen día, vengo a solicitar un crédito.

Encantado de atenderle, Don Moisés. Veamos….

¿Qué cantidad necesita?

-Un dólar.

-¿Como? Por favor Don Moisés, no es necesario solicitar un crédito por esa cantidad. Puede usted retirarlo de cualquiera de sus cuentas…

¿Se lo saco de su cuenta corriente o de su libreta de ahorros?

-He dicho que quiero que se me conceda un crédito de un dólar.

¿Si no me lo conceden? cancelo mi cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro lado. ¡CARAJO!

-¡Oh no!, por favor! no me malinterprete. Desde luego no tenemos ningún inconveniente en concederle su préstamo, faltaría más. Bien, ¿qué plazo desea?

-Un mes.

-¿Un mes?

-Bien como es un plazo tan corto le aplicaremos un interés del 10% y por ser usted uno de nuestros mejores clientes se lo dejaremos en el 5% ¿Le conviene?

-Como garantía quiero dejar mi Mercedes Benz.

-El Mercedes Benz, pero Don Moisés por esa cantidad no es necesario que nos deje una garantía.  Además, tratándose de usted sobra cualquier garantía!

-He dicho que quiero dejar de garantía el Mercedes. Si no me lo aceptan, cancelo todo, y me voy de este Banco, ¡CARAJO!

-Oh, no, Don Moisés! Por favor… aceptamos con mucho gusto su garantía, claro que sí,  puede dejarlo en el parking de la oficina.

-Ahora no tiene más que firmar aquí… eso es, muy bien Don Moisés… muchas gracias y a su disposición, hasta pronto.

-Don Moisés llega a casa y se dirige exultante a su mujer:

-Sara… Ya nos podemos ir de vacaciones. Encontré parqueadero vigilado para el Mercedes durante un mes y por solo un dólar y cinco centavos…

Moraleja:

No es que los judíos sean amarrados Son unos comerciantes increíbles.

Anónimo