19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

EL TIEMPO

Si cada mañana te dieran 86.400 dólares con la única condición de que los gastes a lo largo del día y lo que te sobre te lo quitan, ¿qué harías con el dinero? Gastarías todo el dinero en darte gustos y comprarles regalos a las personas que amas e incluso gastarías en personas que no conoces, porque estoy seguro de que no podrías gastar ese dinero en ti y en tus seres queridos.

86.400 dólares es demasiada plata, pero ¿a qué quieres llegar con esto? te lo pregunto porque un banco mágico como este si existe. ¿Qué dices? – ¿Dónde está? ¿Cómo lo encuentro? Ese Banco lo conoces se llama TIEMPO, cada mañana cuando te despiertas recibes un crédito por 86.400 segundos de vida y la  reserva desaparece completamente por la noche, no es posible acumular este saldo para el día siguiente. Lo que no hicimos en el día se pierde, no hay vuelta atrás. Cada mañana la magia comienza de nuevo, nos dan un nuevo crédito de 86400 segundos, y a diferencia de los bancos tradicionales este banco llamado TIEMPO puede cortar tu cuenta en cualquier momento sin previo aviso, la vida puede acabar en cualquier segundo, y un segundo de vida es más valioso que un dólar, ¿Cierto? Inicia cada día viviendo cada instante e invierte tu tiempo sabiamente, haciendo lo mejor posible para lograr tus metas y propósitos de vida. Tómate tu tiempo para clasificar cuáles son tus prioridades y revisa cómo estás empleando ese tiempo para que ninguna de ellas quede fuera de ese saldo diario disponible, pues esos 86.400 segundos   si no los inviertes bien, los habrás perdido para siempre, y se esfumarán de tu cuenta bancaria  de por vida. Felices próximos 86.400 segundos.

LA CARRETA

Caminaba un día con mi padre, cuando de pronto me pregunta:

-Además del canto de los pájaros ¿oyes algo?

Sí le contesté, el ruido de una carreta.

-Muy bien me dijo, ¿y está vacía: -vacía? ¿Y cómo lo sabes, si no la hemos visto?

-Muy fácil, por el ruido, mientras más vacía está, mayor es el ruido que hace.

Desde entonces, cuando veo a alguien hablando demasiado, interrumpiendo, siendo inoportuno, alabándose de lo que tiene  y menospreciando a otros, me parece oír la voz de mi padre: cuanto más vacía este la carreta, mayor es el ruido que hace.

Artículos tomados de Facebook.