25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

Por Luis Carlos Correa Restrepo 

ISABEL ALLENDE

Encerrada en su casa junto a su marido y dos perros, la escritora chilena vive en EE.UU. desde hace 30 años.

Consultada por el principal miedo que conlleva el virus, que es la muerte, la escritora contó que desde que se murió su hija Paula, hace 27 años, le perdió el miedo para siempre: «Primero porque la vi morir en mis brazos, y me di cuenta que la muerte es como el nacimiento, es una transición, un umbral, y le perdí el miedo en lo personal. Ahora si me agarra el virus, la gente mayor, tengo 77 años y sé que si me contagio voy a morir. Entonces la posibilidad de la muerte se presenta muy clara para mí en este momento la veo con curiosidad y sin ningún temor.

Lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito. No necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar. 

Me parece que tengo demasiado. Veo a mi alrededor y me digo para qué todo esto.

¿Para qué necesito más de dos platos? Y después, darme cuenta de quiénes son los verdaderos amigos y

la gente con la que quiero estar. 

¿Qué crees que la pandemia nos enseña a todos? Nos está enseñando prioridades y nos está mostrando una realidad. La realidad de la desigualdad. De cómo unas personas pasan la pandemia en un yate en el Caribe y otros pasando hambre.

También nos enseña que somos una sola familia. 

Lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos. 

No hay esta idea tribal de que estamos separados del grupo mientras el resto de la gente se friega. No hay murallas, no hay paredes que puedan separar a la gente.

Los creadores, los artistas, los científicos, los jóvenes, muchísimas mujeres, se están planteando una nueva normalidad. No quieren volver a lo que era normal. Se están planteando qué mundo queremos. Esa es la pregunta más importante de este momento, ese sueño de un mundo diferente: para allá tenemos que ir.

Y reflexiono: Me di cuenta en algún momento de que uno viene al mundo a perderlo todo. Mientras más vive, más pierde. Vas perdiendo primero a tus padres, a gente a veces muy querida a tu alrededor, tus mascotas, los lugares y tus propias facultades también. No se puede vivir con temor, porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble. Hay que relajarse un poco tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente.

ISABEL ALLENDE

COLOMBIANOS, COLOMBIANOS, COLOMBIANOS, MIREN A VENEZUELA.

¡ESTAMOS A UN PASO… REACCIONEMOS! OJO, PETRO SE NOS VA A MONTAR Y NOS JODIMOS TODOS. 

REACCIONEMOS, REACCIONEMOS, REACCIONEMOS…