A veces me pongo a hacer una evaluación de mi vida, en una de esas me encontré con la del piloto de fórmula uno Michael Schumacher, con un gran curriculum, fue ganador del Gran Prix de 1991, ganador 7 veces del primer puesto de Fórmula 1 pero un día su historia y su destino cambiaron completamente por un accidente de ski. Hoy con apenas 44 kilos de peso lucha por sobrevivir desde diciembre de 2013. Su esposa comienza a vender los bienes para cubrir los gastos y así poder mantenerlo vivo en una habitación adaptada en su casa, donde yace como un vegetal. – Aquí viene una Pregunta:
¿Quién en es mejor que quién?
La vida puede tomar rumbos inimaginados, es increíble como todo puede cambiar en un segundo. Nadie está libre de nada y en ninguna circunstancia de nada sirven los títulos, éxito fama, o el poder si todos somos iguales, entonces para qué el orgullo, para qué el reclamo, la arrogancia, la victimización, para qué el apego a los bienes materiales, la bronca.
Crees que tu versión es la verdad absoluta, si todo lo que tenemos es el día a día para que lo vivamos con pasión y lo disfrutemos al máximo haciendo el bien, sirviendo al prójimo llenos de alegría.
Necesitamos dejar de crear problemas, reclamos casi insignificantes y evitar siempre todo aquello que nos quita la vida, cuidar de no perder a quien te ama y te acepta tal cual eres como en el juego de ajedrez, al final el rey y el peón siempre van a la misma caja. Vale la pena examinarnos sobre lo que hemos hecho. Nacemos sin traer nada, morimos sin llevar nada, lo triste es que en el intervalo entre la vida y la muerte peleamos por lo que no trajimos y aún más por lo que no nos llevaremos, pensando en eso vivamos más, entendamos más al otro y seamos más felices.
Aprende a vivir, a perdonar, a que te perdonen, a soltar el dolor.
Aprende a vivir cada día como si fuera el primero de tu vida.
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