23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

EL MUNDO: La muerte de un Gigante

@darioarizmendi @anibalgaviria

Por Jairo León García Uribe

El cierre del periódico EL MUNDO es una triste noticia para la ciudad, para Antioquia y para el país.

Es una triste noticia para el periodismo local, regional y nacional. Y es una muy, pero muy triste noticia para quienes iniciamos hace 41 años esa extraordinaria y espectacular aventura de fundar un periódico, de la mano de Darío Arizmendi Posada (foto), brillante, dinámico, claro y con el apoyo de aquel siempre inolvidable periodista Humberto López López, un hombre muy querido, de una imaginación inagotable, una pluma ágil, muy apreciado por el empresariado antioqueño, y amigo de sus amigos. Humberto ya descansa en paz.

Darío Arizmendi no sólo logró reunir una camada de excelentes periodistas como Marta Botero de Leyva, Héctor Rincón, Víctor León Zuluaga, Piedad Correa, Jairo León García Uribe, Héctor Jaime Posada, Luz Marina Londoño, Carlos Octavio Uribe, José Roberto Jaramillo, Anselmo Quiroz, Ana María Cano entre otros, sino también un grupo selecto de empresarios que decidieron apostarle al reto de darle a Antioquia y al país un nuevo diario liberal, ágil, dinámico y ameno.

Entre los empresarios vale destacar a Alvaro Uribe Moreno, J. Mario Aristizábal, Carlos Posada Uribe, Juan Manuel del Corral, Fabio Echeverri Correa, Francisco Pérez Gil, Gabriel Poveda Ramos y Alfonso Moreno, entre otros.

Posteriormente llegaron periodistas de la talla de José Ignacio Mejía, Nacho, con su muy leída columna Panorama político, y Carmen Vásquez que hizo de Mundo Cocina la revista más respetada y su particular estilo de las notas sociales.

Cronistas y periodistas especiales que dejaron huella como Ricardo Aricapa, Juan Guillermo Montoya, Esperanza Palacio, Arturo Tobón Restrepo, Alberto González M., Jorge Gómez Vieira, Alberto Atehortúa, los excelentes editores económicos  Martha Hoyos, María Cecilia Acebedo, Francisco Jaramillo, Gloria Valencia, la escritora Patricia Nieto, Luis Alirio Calle, Jairo Palacio, Julián Ochoa, Jorge Carvalho, Javier Ramírez en la excelente edición deportiva, Carlos Mario Giraldo, María del Rosario Escobar y Olimpo Restrepo, entre otros.

En otro campo en el cual EL MUNDO sorprendió fue en el diseño. El padre de la imagen del periódico fue el español Ignacio González. El hombre sembró la semilla. Y fueron luego sus discípulos Agostino, Silvia Gutiérrez, Martha Sánchez, Viviana Rivera, Gloria Buriticá, Lucy Bustamante, Chócolo, Betty Ibarra y ni qué decir del insuperable diseñador experto Oscar Valencia.

Nadie podrá olvidar al técnico en colores Wilson Vargas y al cerebro de sistemas Juan David Arango, quien prendió la rotativa el día de la inauguración, recibiendo instrucciones por teléfono desde Londres, en presencia del presidente Julio César Turbay y del gobernador de Antioquia Rodrigo Uribe.

Y de los reporteros gráficos, todos ganadores de galardones nacionales e internacionales, como Henry Agudelo, Gabriel Buitrago, Donaldo Zuluaga, Manuel Saldarriaga, León Darío Peláez y Juan Antonio Sánchez. Como dato especial, todos ellos pasaron luego por El Colombiano.

La lista de periodistas y colaboradores sería interminable, porque EL MUNDO fue una verdadera escuela de periodismo. Y con seguridad en este listado de fundadores, periodistas, reporteros, diseñadores alguien se me debe escapar. Son 41 años de historia con más alegrías que tristezas.

EL MUNDO dejó numerosas historias de cubrimientos excepcionales, que le merecieron decenas de reconocimientos. Gratas amanecidas de sol a sol, porque el director Darío Arizmendi y el gerente Carlos Mario Restrepo, una excelente llave para trabajar 24 horas sin respirar, se aparecían siempre a media noche con buenas porciones de pollo y guaro para amenizar esas interminables trasnochadas de periodismo.

Así contamos la tragedia de Armero, la toma del Palacio de Justicia, los episodios de la embajada de la República Dominicana, la visita de los papas y los magnicidios de la horrible guerra del narcotráfico, como el asesinato del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, del dirigente político Luis Carlos Galán, del periodista Guillermo Cano, del gobernador de Antioquia Antonio Roldán Betancur, del alcalde Pablo Peláez, del general Benjamín Franklin Quintero, y el crimen de numerosos jueces que cayeron baleados por la mafia en las calles de Medellín.

Por este diario, que se ganó el cariño de los antioqueños, pasaron ejecutivos tan brillantes como Carlos Mario Restrepo Tamayo, quien estuvo en la gerencia del periódico durante 10 años. Carlos Mario se granjeó el afecto de periodistas y empleados del periódico y su inigualable visión empresarial le permitió a EL MUNDO fortalecerse hasta el final de la era de Darío Arizmendi en 1990, cuando la empresa fue comprada por el visionario empresario Guillermo Gaviria Echeverri.

La llegada del doctor Guillermo Gaviria (foto) marcó la segunda etapa de El Mundo. Un hombre muy inteligente, claro en sus planteamientos, coherente en sus ideas, fortaleció la opinión editorial del periódico.

El primer gerente de esta etapa fue Santiago Tobón Echeverri, a quien remplazó posteriormente Aníbal Gaviria. Aníbal marcó una diferencia muy grande en el periodismo nacional, con sus proyectos editoriales muy exitosos como las cartillas de mi tierra sobre el medio ambiente, de los municipios y las maquetas arquitectónicas para que fueran armadas en familia. Fue otra época brillante de EL MUNDO.

Con la vinculación de Aníbal Gaviria a la política, luego del asesinato de su hermano Guillermo en manos de las Farc, y su posterior elección como gobernador de Antioquia, la edición del periódico fue asumida por su hermana Irene quien le dio un tono más educativo al periódico, de gran penetración en escuelas y colegios, con el decidido apoyo periodístico de Luz María Tobón y Javier Restrepo. Fue muy dura la lucha de Irene Gaviria y su familia por mantener EL MUNDO vivo. Con ellos también trabajé palmo a palmo.

Tantos años de lucha, esfuerzo y sacrificio. Inclusive en aquellas épocas, de riesgos y amenazas del narcotráfico contra nuestra integridad personal como a directivos y accionistas, periodistas, administradores, repartidores, todo esto hace que la noticia sea mucho más triste.

La historia de EL MUNDO nos deja el grato recuerdo de habernos entregado con amor y sacrificio a una empresa que nos marcó de por vida. Da tristeza que El Mundo le dé vuelta a su última página. Pero en el fondo, nos sentimos orgullosos, todos, de haber escrito un capítulo tan bello en la historia de Antioquia y del país.

Gracias a todos mis ExMundos con quienes departí los momentos más espectaculares de mi vida.