24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿El ministro Alejandro Gaviria, pretende acabar con la universidad privada? 

@petrogustavo @agaviriau @Mineducacion 

El ministro de Educación Alejandro Gaviria, hasta el momento no ha empezado a ejercer como tal.  

Solo algunas declaraciones que versan sobre el modelo de educación del gobierno actual, de “una educación pública, universal y gratuita”, que más que ser respuesta a las necesidades de Colombia, pareciera todavía una frase de campaña. 

Adicionalmente está el ministro Gaviria en el peor de los mundos, pues adicional a las responsabilidades propias de su actual cargo, ha sido protagonista del sector salud. 

Como ministro que fue de esta cartera por cuatro años en el gobierno de Santos, sufre ahora en silencio que hoy el presidente Petro, del cual hace parte, señale al mismo sistema como uno de los peores y de los más ineficientes del mundo. 

Pasando ya a su rol actual, el ministro Gaviria reconoce que el modelo de educación en Colombia es mixto, es decir que hay participación de iniciativa privada y del mismo Estado.  

Si bien la educación es un derecho fundamental según la Constitución Nacional y una función pública, los privados la pueden ejercer por autorización expresa del Ministerio de Educación. 

Hoy la universidad privada, aliada del Estado, se encuentra ante el riesgo de desaparecer, por la disminución dramática de estudiantes, tanto por cuestiones demográficas por el menor número de hijos, como por la situación económica y social, por la aparición de formatos de menor rigor, por la competencia internacional y por la urgencia de un empleo temprano.     

La gratuidad de la educación para los estratos 1, 2 y 3, solo en la universidad pública, genera una parálisis en función de la expectativa de pasar a una universidad en la cual no hay que pagar, pero como esta no tiene ni los cupos, ni la infraestructura necesaria para ello, entonces los estudiantes tienen que aplazar sus sueños.  

Adicionalmente, lo de gratuidad, no es tal, pues la terminamos pagando todos los contribuyentes, con la ineficiencia de lo público y con los astronómicos salarios de que se habló en artículo reciente en la prensa nacional, de hasta $60 millones mes de docentes en la Universidad Nacional, según Decreto 1279 de 2002. 

Restringir la gratuidad en la educación solo a las universidades públicas es inequitativo, es quitarles oportunidades a estudiantes de familias de estratos 1, 2 y 3, que no pueden acceder por falta de recursos a una universidad privada de calidad.  

Adicionalmente a lo anterior, hay un proyecto de ley que eliminaría el apoyo del Estado a las investigaciones en las universidades privadas, como si este no fuera uno de los factores de calidad de la educación superior y de desarrollo de un país. 

La primera directriz de Petro presidente, fue el pedir los lotes disponibles para construir infraestructura educativa, dejando de lado la capacidad instalada en las universidades privadas, en donde claramente se ve su propósito de acabar con el sistema de educación mixto, en el cual los privados han tenido un desarrollo muy importante. 

A diferencia de los países avanzados, donde la educación es prioritaria y se apoya a todas las instituciones, aquí este gobierno quiere que desaparezcan las universidades privadas. 

Adicionalmente, el presidente del ICETEX, Mauricio Andrés Toro, sale a cantar victoria con un orangután en la reforma tributaria que grava a las universidades privadas de manera unilateral y lesiva a sus intereses, para deducirle por mano propia el diferencial sobre la inflación, que mermaría sus ingresos por créditos de esta institución hasta en un 7.5% hoy. Ya un importante grupo de constitucionalistas estudian la demanda de inconstitucionalidad del simio. 

¿Qué dice el ministro Gaviria? ¿Será este su primer paso para acabar con la universidad privada? ¿No se da cuenta que estas están teniendo resultados misionales deficitarios en los últimos años? 

Ahí si estaríamos ante la peor situación de la educación a nivel mundial…