
Por Claudia Posada
Parece que será este lunes 17 de junio cuando se logren desenredar las discrepancias de fondo en lo que respecta a la negociación de puntos esenciales en la Ley Estatutaria de Educación. Ojalá. Justamente la motivación que llevó a las calles a los maestros colombianos son asuntos substanciales que, si no se plasman claramente contrario a lo expuesto hasta ahora, van a golpear la Educación Pública y al magisterio. ¡Insólito! Después de ocho meses estancada en la Cámara de Representantes, la ponencia del gobierno llegó por fin a la Comisión Primera del Senado, pero aquí aparecieron ponencias modificadoras presentadas por Senadores de la oposición confrontadas con lo expuesto por los aliados del gobierno; sin embargo, ninguna de ellas contó con los votos suficientes para pasarla. Después de un proceso largo de concertación, el que de ninguna manera se pudo acercar al resultado gana-gana, o sea, al ideal cuando hay verdadera voluntad de las partes para llegar a la resolución del conflicto, lo que estaba acordado se rompió. Los senadores en dicha comisión, por insatisfacciones de lado y lado, pues lo que estaba acordado se hizo con disgusto evidente, no se cerró.
¡Increíble! Pareciera que algunos congresistas piensan con alma clasista, hasta para asuntos educativos sumamente fundamentales. Tenemos un país con niveles de pobreza sabidos, deserción escolar por la miseria en la que viven miles de niños y jóvenes colombianos, violencias de todo tipo, bajos niveles de escolarización en las familias, atrasos impresionantes en vías e infraestructura obsoleta para impartir clases; lo mismo que se adolece de recursos técnicos y tecnológicos. Así no puede ofrecerse educación pública, al menos con los mínimos requerimientos para docentes y alumnos. ¿Acaso a ciertos Senadores de dicha Comisión, les es tan difícil entender que el modelo educativo colombiano amerita el que ellos pongan por encima de aspiraciones personales, egoístas y de criterio meramente político, la atención urgente en los cambios y mejoras que beneficien la educación pública? Triquiñuelas para que se cuelen miquitos que a final de cuentas van a favorecer la educación privada, es aberrante. La Educación es la columna vertebral de cualquier sociedad; es el soporte que dinamiza la calidad de vida para todos; es garantía de dignidad e igualdad en las oportunidades.
El magisterio está unido en aspiraciones legítimas. No es posible calificar a los maestros según los resultados de las pruebas a los estudiantes. Es ridículo comparar el proceso enseñanza-aprendizaje de un docente y sus alumnos con todos los recursos que ofrece la formación privada, frente al ejercicio pedagógico y resultados en medio de las carencias del sector público. La oportunidad para sacar adelante una excelente Ley Estatutaria de Educación, debería unir a la clase política y sus representantes en el Congreso. Si se pensara en los profesores con aprecio por su labor y lo que ésta significa para el progreso del país; si se quisiera hacer menos populismo -de derecha e izquierda- y más gestión constructiva en favor del fortalecimiento de la Educación, bien podrían ponerse de acuerdo fácilmente, al menos por una vez en sus vidas públicas, para subsanar algo sus pésimas prácticas clientelistas, sectarias, erradas, radicales y hasta malvadas.
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